La Rioja: fin de semana de vino y pinchos
Disfruta de una escapada gastronómica de primer nivel
Aunque agosto es el mes vacacional por excelencia, muchos no disponen de días y días para organizar un buen viaje, pero en 'La escapada del verano' tenemos una buena solución para disfrutar de un fin de semana por tierras riojanas.
Comenzamos la escapada riojana en la capital, Logroño. Tras dejar las maletas en uno de los hoteles del centro de la ciudad (Hotel Portales, Marqués de Vallejo, NH Herencia Rioja, Condes de Haro...), lo que nos permite llegar en cinco minutos a la zona de pinchos, es hora de disfrutar de la gastronomía de la capital.
De pinchos por 'la Laurel'
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Recomendamos visitar la calle Laurel para hacer lo que hacen los logroñeses: en cada bar, un rioja y un pincho. Esta estrecha calle de la parte vieja se convierte en todo un escaparate minimalista de pinchos y buenos vinos. Es tan sencillo como entrar en el bar, mirar alrededor y ver qué se come. En la Laurel cada establecimiento tiene su especialidad: el 'champi' del 'Soriano'; el matrimonio del 'Blanco y Negro'; el Tío Agus del 'Lorenzo'; el 'cojonudo' de La Simpatía; los rotos del bar del mismo nombre; la tortilla con picante de 'El Mere'... Un truco: lo mejor es poner bote entre el grupo de amigos para no eternizase a pagar en las barras casi siempre repletas de los bares.
Sobre el vino, recomendamos pedir el 'crianza' que se beba en cada bar. No hay pérdida ni posibilidad de error, desde caldos clásicos como los de CVNE, Coto, Viña Ardanza, a vinos con más cuerpo como Ramón Bilbao, Piérola... el maridaje con el pincho está asegurado.
Visita y cata a una bodega en Haro
Para el sábado dejamos una inexcusable visita a una de las muchas bodegas que hay en la cercana localidad de Haro, cuna del vino. A tan solo 48 kilómetros de Logroño encontramos santuarios como Viña Tondonia, Bodegas Bilbaínas, Ramón Bilbao, CVNE, Paternina... un barrio entero, el de la Estación, repleto de bodegas que ofrecen al turista visitas guiadas para conocer de primera mano sus instalaciones, las viñas, el proceso que requieren los vinos de Rioja y, por último, nos brinda la posibilidad de catar varios de sus vinos con la explicación de cómo coger la copa, cómo oler el vino antes y después de moverlo, analizar su color, su textura, y aprender así un poco más del producto.
Entre todas las bodegas de Haro, proponemos la visita a Bodegas Muga, 25.000 metros cuadrados dedicados al vino desde 1932. Se trata de la única bodega de Haro, junto a López de Heredia, que cuenta con tonelería propia. Por 6 euros nos ofrecen una visita guiada a las instalaciones y una cata de dos vinos, el blanco Muga (fermentado en barrica) y el Muga crianza.
Comida tradicional en Briones
Tras la visita a Muga y la cata, toca sentarse en una buena mesa, y para eso nos desplazamos a la cercana localidad de Briones (a 8 kilómetros de Haro y a 37 kilómetros de Logroño) para disfrutar de los platos y la vista a Los Calaos de Briones, un restaurante ubicado en un edificio del siglo XVII en lo alto de la localidad desde el que se domina un paisaje de viñas impresionante.
Ya en la mesa, Los Calaos ofrece la comida más típica de La Rioja, verduras de temporada, pochas, patatas a la riojana, caparrones, asados de cordero y cochinillo, chuletillas de cordero... Nuria Couto y Enrique Balza de Vallejo, cocineros y propietarios del establecimiento, nos proponen un menú compuesto por pochas a la riojana, asado de cordero, un vino de Briones (Zurbal, de bodegas Hermanos Castillo), y un postre casero como requesón o mouse de yogur. El precio ronda los 30 euros.
Qué ver en Logroño
Tras este festival gastronómico conviene tomarse la tarde con tranquilidad. De vuelta a Logroño se puede disfrutar de las terrazas de la calle Bretón de los Herreros o dar un paseo por la ciudad, visitando la concatedral barroca de La Redonda, la Plaza del Mercado; la calle Portales que tan bien reflejó Juan Antonio Bardem en 'Calle Mayor', el Parque del Ebro, el Espolón... Logroño es una ciudad moderna, de fácil paseo, de mucho comercio y con cada vez más turistas atraídos por el Camino de Santiago y la cultura del vino. Un consejo: si piensas visitar Logroño en fin de semana, no dejes la reserva del hotel para última hora, puedes encontrarte con todo ocupado.
Llegada la hora de cenar, podemos repetir por la calle Laurel o darnos un homenaje en algunos de los restaurantes de la parte vieja. Para el domingo ya sólo queda pensar en la vuelta y en la próxima fecha para volver a La Rioja.
Susana Elguea
Coordinadora de actualidad en CadenaSER.com. En la web de la SER desde 2001, como redactora y portadista,...