La Fiscalía de Girona ha pedido siete años y medio de cárcel y cuatro de inhabilitación para ejercer de pianista a la intérprete y profesional Laia M. y a sus padres, por lo que se les acusa de un delito contra el medio ambiente por contaminación acústica y otro de lesiones psíquicas a la denunciante, Sonia B., han confirmado fuentes judiciales. La familia instaló en octubre de 2003 en su domicilio de Puigcerdá (Girona) un piano para que practicara Laia M., de 26 años, que estaba cursando estudios oficiales de música, según ha publicado este viernes «La Vanguardia». Según la calificación fiscal, tocaba el instrumento a cinco días a la semana de 9 a 13 horas y de 14 a 18 horas, sin que la sala donde ensayaba estuviera insonorizada, de modo que superó «el nivel máximo de inmisión sonora» permitido por ley. Su abogado, Marc Molins Raich, ha tachado la petición de la condena de «grave error técnico» porque, a su juicio, no se puede considerar el ruido de un piano como fuente de contaminación acústica lesiva del medio ambiente -que es uno de los delitos que se les imputan-, como sería el caso del ruido de una discoteca o de un aeropuerto. Además argumenta que este hecho no tendría que haberse criminalizado sino que, en el supuesto de que los hechos que atribuye la Fiscalía fueran ciertos, «tendrían que haberse enjuiciado, como máximo, por vía civil o administrativa». «Hablaríamos de proporcionalidad -del delito con respecto a la pena- si el núcleo de la acusación fuera acertado pero no lo es. Es una injusticia», ha declarado Molins, quien ha asegurado que la acusación también representa una hostilidad hacia esta la que considera una joven promesa de la música catalana, que ha estudiado en el Conservatorio del Liceu de Barcelona. Requerimientos desatendidos Según el escrito del fiscal, después de que la vecina Sonia B. denunciara en marzo de 2006 a los acusados ante el Ayuntamiento de Puigcerdá, el consistorio visitó en cuatro ocasiones -entre marzo de 2006 y febrero de 2007- a la familia de la pianista para que insonorizaran en un plazo de 15 días la habitación del piano, unos requerimientos que fueron desatendidos. A consecuencia del «ruido» del piano, la vecina pidió la baja laboral por lesiones psíquicas como ansiedad, alteraciones en el sueño y episodios de pánico, además de problemas de gestación en los últimos meses de embarazo, de manera que recibió terapia y tratamiento psiquiátrico. Además de la pena de prisión por el delito contra el medio ambiente, la Fiscalía de Girona solicita una multa de 10.000 euros, y de 9.900 de indemnización a la víctima por sus 108 días de baja laboral. Reacción de la Fiscalía La Fiscalía del TSJC ha querido matizar en un comunicado que la Fiscalía de Girona podrá modificar su escrito y atenuar su petición inicial -7 años y medio de prisión- si en el juicio se apreciara «una disminución de los efectos de la actividad molesta o una adopción de medidas correctoras eficaces». Asimismo, también estudiará un indulto parcial para los acusados si la sentencia condena a los acusados a unas penas de prisión «excesivamente rigurosas».