De la esperanza a la frustración. Del miedo al optimismo
El resultado electoral provoca efectos muy distintos en las sedes centrales del PP y del PSOE
En Génova, donde antes de las elecciones afrontaban la convocatoria con la esperanza de gobernar en Asturias y de Andalucía... ahora el sentimiento es de frustración. Duele que Cascos haya sacado más votos que el PP en Asturias, pero duele especialmente que Arenas no vaya a ser presidente de la Junta de Andalucía.
Algunos de sus compañeros del líder del PP andaluz opinan que si ahora, en pleno escándalo de los ERES, con el PSOE tan desgastado y tras 30 años de gobierno socialista, no lo ha logrado, no lo conseguirá jamás. Muchos piensan que se ha acabado su tiempo político en Andalucía y que tirará la toalla antes del congreso regional. Y hay quien dice, incluso, que ya ha puesto su cargo a disposición de Rajoy, aunque sus cercanos los niegan. Se especula con que el presidente, su amigo, le llame para trabajar junto a él en La Moncloa en cuanto haga su primer cambio de gobierno.
Más información
- El último fracaso electoral de Arenas deja en el aire su futuro político
- Rubalcaba: "Es un paso adelante para recuperar la confianza de la mayoría de los españoles"
- Habrá un gobierno de izquierdas en Andalucia
- ¿Cuál es el futuro de Javier Arenas?
- La semana más negra de Rajoy
- La reforma de la ley electoral frustra un acuerdo de legislatura en Asturias entre PSOE y UPyD
En Ferraz, para sorpresa de casi todos, el sentimiento es de alivio e ilusión. Antes del escrutinio de los votos, en la sede central del PSOE miedo de verdad a perder elgran bastión socialista de Andalucía. Pero el partido de Rubalcaba no solo conserva la Junta sino que tiene posibilidades de recuperar Asturias.
Los dirigente socilistas consideran el resultado electoral "balón de oxígeno", un "soplo de optimismo". Y sobre todo, desean con todas sus fuerzas que esto suponga el inicio de un "nuevo ciclo político" que deje atrás otro, el ciclo de las derrotas del PSOE.
