Los recuerdos del futuro de AER

La música de AER suena a algo familiar pero a la vez es algo nuevo. Las letras de su disco, 'Recuerdos del Futuro', se entrelazan de tal forma que a veces es complicado llegar a su mensaje y otras dejan una idea clara y fija en tu memoria. Eso sí, en cualquier caso el pie no para de moverse al ritmo de la música, que pasa del rock a la rumba sin que te des cuenta. Esa sensación se multiplica por tres cuando les ves en directo e, irremediablemente, se contagia la energía de Eduardo Zubiaur, cantante y alma mater del proyecto, encima de un escenario. Hablamos con él días antes de uno de sus conciertos en Madrid.

Fueron los primeros poetas los que hablaban del primer principio: "Al principio fue AER. Noche, negro... Pero tierra aún no había, ni aire, ni cielo...". El inicio de todos los inicios. En este caso, no se puede decir que AER parta de cero. Eduardo Zubiaur es bastante conocido en la escena musical de Zaragoza pero bajo el nombre de su anterior grupo, El Polaco. Gracias a Internet conoció a Jesús Sancho, el bajista. Después llegó Fernando Pedrajas, el guitarra, y éste les presentó a Ignacio, el batería. Acababa de nacer AER, el origen de todo y, en concreto para ellos, de este nuevo proyecto musical.

El grupo piensa que "muchos fines están inscritos desde el principio y el mensaje se revela para quien sepa leer su código" y de esa afirmación cobra sentido el título de su primer trabajo: 'Recuerdos del Futuro'. Un disco de rock que a veces se pasa a la rumba y coquetea con sonidos latinos.

De todo ello, el grupo da buena cuenta en sus directos, potentes y divertidos, y con una cuidada puesta en escena a base de video proyecciones hechas por ellos mismos. "Me gusta contar con el público como si fueran músicos, el sonido del directo me encanta, sobre todo la presión física. Intento hacer sentir, emocionar y pensar con música", cuenta Eduardo Zubiaur que, además de cantante, es actor: "El proceso es algo parecido, pero de una manera tan expuesta que tu cuerpo es una diana. Actuando aprendo mucho de mí pero hoy supedito todo a la música, que es mi prioridad".

Además de hacer sus propias video proyecciones, el verano pasado el guitarrista del grupo se hizo su propia guitarra: "Fernando se fue a las playas de Cádiz y allí un amigo Luthier le enseñó y se la fabricó él entera. Estuvo aprovechando las vacaciones y volvió con guitarra nueva", cuenta Eduardo. Una guitarra que podremos ver, entre otros días, el próximo 7 de junio en el 40 Café de Madrid y el 9 de junio en la sala La Ley Seca de Zaragoza.

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