Una noche con Ben Harper y el mar
El artista californiano ha hecho una única parada en España durante su última gira europea
Hay conciertos que son especiales por sí mismos. Bien porque el artista en cuestión llena el escenario, bien porque la música es lo suficientemente buena como para no ser necesario mucho más. Ben Harper es uno de esos artistas que va sobrado en esos dos aspectos pero, en esta ocasión, además, el entorno ayudaba y mucho. Probablemente no haya lugar mejor para hacer un concierto que en los Jardines de Cap Roig, en plena Costa Brava, con los pinos tocando el mar y la osa mayor justo encima del castillo.
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Privilegiado. Esa es la palabra que mejor define lo que siente el público del festival de Cap Roig cada verano. Y es que en Calella de Palafrugell, Girona, todavía se puede encontrar uno de esos lugares paradisíacos de los pocos que quedan en nuestras costas. Allí, desde hace doce años, se celebra este festival en el que no hay camping sino trajes de noche. La media de las entradas ronda los 100 euros y no estamos hablando de un abono, no, estamos hablando de conciertos únicos. De una noche. Eso sí, una noche especial, de las que merece la pena darse una vez en la vida.
Este martes, en concreto, fue la noche de Ben Harper. Con sombrero blanco y camisa vaquera remangada hasta los codos, dejando ver sus tatuajes, salió al escenario poco después de las diez de la noche. Presentaba su último disco, Give Till It's Gone (2011), pero sin pasar por alto temas como She's Only Happy In The Sun o Amen Omen o Diamonds on the inside. En las tres horas de concierto, imitó a la reina de Inglaterra, a Bruce Stringsteen, cantó un tema que compuso a medias con Ringo Starr, chapurreó español ("tu casa es mi casa", "hola, me llamo Benito"), bromeó con parte del público, se cambió más de diez veces de guitarra (incluida, cómo no, su ya inseparable Weissenborn, un tipo de guitarra hawaiana con la que hace slide sobre sus rodillas), tocó una canción de el 'Boss' y, tras los gritos de "¡Benito, Benito!" del público, volvió a salir para dar una hora de bises en la que, la mayor parte estuvo él solo, con una guitarra y a veces, cantando sin ella, a capella. En la parte final sonó Jeremy, de Pearl Jam, como parte de una de sus canciones y, con un último tema a la guitarra él solo - a petición de alguien del público - se despidió una vez más emocionado: "No sé qué habréis oído de mí. Da igual. Os lo agradezco". Y Benito - Ben para los amigos - se fue del escenario y esta vez no volvió.
Por este festival, en lo que va de verano, además de Ben Harper, han pasado artistas como Bob Dylan, Tony Bennett, George Benson y Manolo García pero durante el mes de agosto llegarán muchos más: Paul Anka, Miguel Bosé, Joaquín Cortés, Sergio Dalma, Simple Minds o Alejandro Sanz, son sólo algunos de ellos.
Elisa Muñoz
Periodista en Cadena SER desde 2008. Primero en programas como 'La Ventana', 'Hoy por Hoy Madrid' o...