Internacional

Los abusos del general Ward

Este general de cuatro estrellas norteamericano ha gastado grandes cantidades de dinero público en algunos caprichos

Foto de archivo del general Ward (a la derecha) en Uganda en abril de 2008(Reuters)

Se habría gastado cientos de miles de dólares, permitiendo que personal no autorizado - incluido su mujer y familiares- que viajaran en aviones del Gobierno o se gastaran importantes cantidades de dinero en habitaciones de hoteles de lujo, spas o compra de chocolates belgas gourmet.

El general Ward tiene un cargo y mando importantes. Es negro y fue el primer jefe del recientemente creado Comando Norteamericano de África. Ha sido investigado internamente durante 17 meses y lo que se ha descubierto, ha sorprendido a muchos americanos que tenían en este militar como la representación del sueño americano.

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Se habría gastado cientos de miles de dólares permitiendo que personal no autorizado, incluido su mujer y familiares, que viajaran en aviones del gobierno o se gastaran importantes cantidades de dinero en habitaciones de hoteles de lujo, spas o compra de chocolates belgas de gourmet.

Un general de cuatro estrellas en Estados Unidos es el escalafón más alto del ejército. Intentó retirarse con honores hace algo más de un año pero no se lo permitieron porque la investigación ha estado abierta desde entonces. La cantidad exacta de lo gastado no ha sido publicada pero se estima que podría llegar a los 800.000 dólares.

Uno de los informes incluidos en la investigación habla de una conferencia llevada a cabo en Las Vegas en octubre del 2010 donde el general y casi una docena de empleados de los servicios generales de administración del ejército se alojaron en hoteles cuyo precio por habitación y noche superaban los 500 euros.

En varias ocasiones, Ward "prestó" coches oficiales a su mujer para que fuera a un spa a recibir un tratamiento termal. Pasó facturas por mas de 150 dólares por la compra de chocolates suizos y belgas en los principales establecimientos gourmet de Washington. Eso sin contar que tanto él como su séquito se alojaban en hoteles de superlujo más días de los estrictamente necesarios para el desempeño de su labor.

El general se defiende asegurando que su esposa realizaba un papel de representación en los desplazamientos y que los alojamientos se los buscaba el personal que luego también se beneficiaba de los hoteles.

Ahora, el secretario de Defensa Norteamericano debe estudiar los resultados de la investigación y dilucidar si le quita galones, le echa del ejército o simplemente le degrada con una pensión que le permita sobrellevar el escándalo.

Victoria García

En la SER, desde hace casi tres décadas, con...