Condena internacional al atentado en Líbano
El objetivo del coche bomba era el jefe de Inteligencia de la policía
Médicos forenses toman pruebas en el lugar donde ha explotado el coche bomba que causó al menos 8 muertos y 80 heridos en Beirut.(EFE/WAEL HAMZEH)
La Liga Árabe condena el atentado en Beirut y lo achaca a la actuación de un "demonio" que quiere desestabilizar el Líbano. Desde el propio país, que durante muchos años fue un territorio ocupado y dirigido por Siria, el que fuera primer ministro Saad Al Hariri, decía en televisión cuando se le preguntaba quién era el responsable de este atentado, el nombre del presidente sirio, Al Asad.
Las condenas han llegado también del Consejo de Seguridad de la ONU y de Estados Unidos que exhorta a los líderes políticos libaneses a que sean moderados y cooperen en capturar a los autores del atentado.
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Según medios libaneses, el primer ministro de Líbano, Najib Mikati, podría anunciar su dimisión en las próximas horas.
Las dudas que pudieran existir de que detrás de este atentado estaba el régimen de Damasco, se fueron diluyendo con el paso de las horas y tras comprobar que el objetivo de la masacre era Wissam Al Hassan, el hombre que hace apenas un año había desarticulado una asociación de importantes figuras políticas en el propio gobierno libanés, que trabajaban en la sombra para Damasco. Entre estas personas, se encontraba el que fuera ministro de Información libanés, Michel Samaha. Fue detenido y en los interrogatorios confesó que había participado en la transferencia de explosivos desde Siria hasta el norte de Líbano, con el fin de ser utilizados para perpetrar atentados.
Wissan Al Hasad, el jefe de Seguridad asesinato, siempre se había posicionado contrario al régimen de Damasco y al poder que seguía ejerciendo en algunos sectores de la sociedad libanesa. Eso le había situado en el punto de mira de los sirios desde que entró a trabajar para Hariri, el que fuera primer ministro asesinado en un atentado.
