Enfrentamientos en el funeral de Al Hassan
Los manifestantes rompieron el cordón de seguridad de la sede del Gobierno
Centenares de personas que asistían al funeral de Wisam al Hassan se están enfrentando con la Policía y han roto el cordón de seguridad que protegía la sede de gobierno en Beirut.
Los enfrentamientos comenzaron al término del funeral del jefe de seguridad, el general Wisam al Hassan, que fue enterrado junto al ex primer ministro libanés Rafik Hariri. La situación empezó a ponerse tensa durante el discurso de los políticos en la ceremonia, sobre todo, cuando habló el ex ministro del país, Fouad Siniora, que llamó a derrocar al gobierno Najib Mikati.
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La tensión se centra sobre todo en el norte de Líbano, en Trípoli, donde ha habido un intenso tiroteo que causó 2 heridos, y han bloqueado las carreteras con neumáticos en llamas. El ejército libanés está intentando controlar la situación y evitar una degradación de la región. En Beirut, el Gobierno ha incrementado la seguridad en los accesos a la ciudad y edificios oficiales, pero los manifestantes han conseguido bloquear varias carreteras, incluyen la principal que lleva al aeropuerto internacional. Otros sin embargo, se han protestado exigiendo la dimisión del Primer Ministro.
Al funeral asistieron el ministro del Interior libanés Marwan; el General Michel Suleiman, presidente de la República; y el presidente del parlamento Nabuh Berri y el primer ministro Najib Mikati. El director general de las Fuerzas de Seguridad Nacional ha agradecido a al Hassan su labor protegiendo Líbano, sobre todo al haber revelado múltiples redes de espionaje y terroristas, recientemente un explosivo que "podía haber acabado con la vida de muchos inocentes.
En su discurso, el presidente Suleiman ha asegurado quedestruir nación era el objetivo del asesinato de Al Hassan. Por eso pidió "unión y responsabilidad para investigar las circunstancias del crimen" y se dirigió al gobierno de Mikati "no culpes del error sólo al culpable".
Por otro lado, el ex primer ministro Saad Hariri, que pidió ayer sábado una asistencia masiva al funeral,volvió a acusar al presidente sirio Bashar Al Assad de estar detrás del atentado y pidió a la oposición que "exija la dimisión de Mikati y su Gobierno, que incluye miembros de Hizbollah".
Desde Paris, el ministro de exteriores francés, Laurent Fabius, no ha descartado la participación del régimen de Damasco en el asesinato del jefe de seguridad "todavía no sabemos quién está detrás de el ataque, pero todo apunta a un intento de ampliar el conflicto sirio", y acusó a Bashar al Assad de "tratar de ampliar el círculo de la crisis a los países vecinos", como lo que ya hizo con Turquía.
El primer ministro ofreció ayer sábado su dimisión al presidente libanés, pero se ha negado a aceptarla. Pero ante la insistencia de Mikati, Suleiman ha empezado a negociar con la oposición para formar un gobierno de unidad nacional hasta que se convoquen las elecciones anticipadas.
La explosión de un coche bomba (entre 60 y 70 kg de explosivos, según el Director General de la Seguridad Interna) que dejó 8 muertos, entre ellos al Hassan es el detonante de toda esta situación. Otras 126 personas resultaron heridas, según la agencia de noticias estatal.