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El Supremo reduce a treinta años la condena máxima de un etarra

Alberto Viedma Morillas fue condenado a cuarenta años de cárcel por asesinar a un edil y a un subteniente

El Supremo ha rebajado a treinta años de cárcel el cumplimiento máximo de la condena del etarra Alberto Viedma Morillas, sentenciado a cuarenta años de cárcel por asesinar al edil de UPN Tomás Caballero y al subteniente del Ejército Francisco Casanova en los años 1998 y 2000. Fue condenado a cuarenta años de cárcel por la Audiencia Nacional, y ahora el Tribunal Supremo considera que los hechos deben enjuiciarse en base a la legislación anterior al año 2003, que marcaba en treinta los años máximos de cumplimiento de una condena de cárcel.

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El Tribunal Supremo ha reducido a treinta años el cumplimiento máximo de la condena del etarra Alberto Viedma Morillas, aplicando el Código Penal vigente en el momento en que se cometieron los delitos. Integrante del Comando Nafarroa, Viedma Morillas participó en los asesinatos de Tomás Caballero, edil de UPN, y del subteniente del Ejército Francisco Casanova en los años 1998 y 2000 respectivamente. El etarra fue condenado a noventa y seis años de cárcel por varios delitos de asesinato terrorista, pertenencia a banda armada y depósito de armas, y la Audiencia Nacional fijó el límite de la condena en cuarenta años de prisión.

Es ahora la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo quien tiene en cuenta el recurso del condenado y, con el visto bueno del Ministerio Fiscal, rebaja este cumplimiento máximo a treinta años de prisión para el etarra. En su sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Joaquín Giménez, el alto tribunal señala que los hechos por los que se le condenó, que define como "de indudable gravedad", fueron cometidos en fecha anterior a la vigencia de la Ley Orgánica 7/2003, que aumentó a cuarenta los años máximos de cumplimiento de una condena de cárcel. Aplica ahora el Código Penal anterior y marca en treinta años el cumplimiento máximo de condena del etarra.

Alberto Viedma Morillas, miembro de la banta terrorista ETA, fue detenido por la Guardia Civil el 28 de febrero de 2002, y condenado a noventa y seis años de cárcel por los asesinatos del edil Tomás Caballero, el subteniente Francisco Casanova, además de por el intento de asesinato del también subteniente José Díaz Pareja. El pasado año 2008, el Tribunal Constitucional le concedió amparo al ordenar al Juzgado de Instrucción nº 14 de Madrid investigar si el etarra había sufrido torturas durante su detención en Pamplona.

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