El rey reclama "respeto a las leyes" para cerrar las "heridas abiertas" con Cataluña

"Es hora de que todos miremos hacia adelante y hagamos lo posible por cerrar las heridas abiertas", dice el monarca y llama a "promover valores como el respeto mutuo y la lealtad recíproca", como ya lo hizo cuando escribió su carta a Cataluña. Por otro lado, reivindica el papel de la política para salir de la crisis y reclama "poner orden en nuestras cuentas y, a la vez, generar estímulos para la creación de riqueza". "Austeridad y crecimiento deben ser compatibles", añade.

Por primera vez, el rey aparecía en escena apoyado en la mesa de su despacho y no sentado en una silla. Así, da muestras de que se está recuperando de los problemas de salud que le ha padecido durante este año. Don Juan Carlos dice no ignorar "que la política no vive hoy sus mejores horas en la percepción de los ciudadanos" y reivindica su papel "fundamental" en la salida de la crisis. Concretamente habla de una política que, "lejos de provocar el enfrentamiento y desde el respeto a la diversidad, integra lo común para sumar fuerzas, no para dividirlas" y, algo más adelante, pero sin nombrar a Cataluña en ningún momento, explica esa idea un poco más: "Es necesario promover valores como el respeto mutuo y la lealtad recíproca. Son valores que hace más de tres décadas contribuyeron a poner en pie un nuevo marco de convivencia, el reconocimiento de nuestra pluralidad y el amparo de las diferentes lenguas, culturas e instituciones de España. Es hora de que todos miremos hacia adelante y hagamos lo posible por cerrar las heridas abiertas". Y añade: "Será nuevamente un éxito de todos, ciudadanos e instituciones, basado en el respeto a las leyes y a los cauces democráticos", una velada alusión al referéndum que quiere convocar en Cataluña el nuevo Ejecutivo de Artur Mas.

El rey reconoce "el desapego hacia las instituciones y hacia la función política" como consecuencia de la crisis y asegura que "frente a este pesimismo, como frente al conformismo, cabe encontrar nuevos modos y formas de hacer algunas cosas que reclaman una puesta al día".

También hace un llamamiento a "poner orden en nuestras cuentas y, a la vez, generar estímulos para la creación de riqueza" porque "austeridad y crecimiento deben ser compatibles" pero asegura que "el primer estímulo que nos sacará de esta crisis se llama confianza".

que está poniendo en entredicho el bienestar de no pocas familias. Pienso en tantas personas de todas las edades, pero muy especialmente en muchos jóvenes,

El monarca reconoce que "la grave crisis económica que atravesamos desde hace unos años ha alcanzado una intensidad, una amplitud y una persistencia en el tiempo que nadie imaginaba" y destaca que los ciudadanos están sufriendo hoy su rigor, "que está poniendo en entredicho el bienestar de no pocas familias". Recalca especialmente la situación de los jóvenes: "Que se levantan cada día con sensación de inseguridad y desánimo por la difícil situación de sus economías, la falta de trabajo y las inciertas perspectivas de futuro".

Tras un reconocimiento de la Corona "al esfuerzo y el sacrificio que los ciudadanos", el rey se despedía sin hacer referencia a ninguna de las cuestiones que durante este año han tenido que ver con la Casa Real como su viaje a Botsuana o los problemas judiciales de Iñaki Urdangarin.

El discurso de Navidad del rey se ha traducido este año por vez primera en las cuatro lenguas cooficiales y se ha podido seguir en la página web de la Casa Real en el mismo momento de la emisión del mensaje por televisión y en el canal de YouTube de Zarzuela, CasaRealTV.