La 'farsa' de la 'Operación Puerto'

"¿A quién protegen las autoridades españolas? Uno de los acusados está dispuesto a dar los nombres y no se le preguntan". Eso es lo que piensan fuera de España de todo el proceso

Como si aún no se hubieran dado cuenta de que lo que se está juzgando no es el dopaje, sino un posible delito contra la salud pública, más allá de los Pirineos insisten en que Eufemiano Fuentes no puede salir de los juzgados de la calle Julián Camarillo sin decir, alto y claro, quienes han sido sus clientes deportistas. Por eso las palabras del presidente de la federación francesa, por eso las quejas desde Holanda o Italia. Porque saben, por boca del propio médico, que no sólo eran ciclistas. Y que de ciclistas ya saben mucho. Quieren saber del resto.

Mientras, la Agencia Mundial Antidopaje investigará el caso de la Real Sociedad y recabará información sobre las acusaciones de dopaje lanzadas por el ex presidente Iñaki Badiola. Ayer, en la sala, el famoso 'RSoc' no salió a relucir. El último capítulo de esta semana (el juicio se reanuda el lunes) fue un desfile de guardias civiles del Grupo de Apoyo y la cadena de custodia, los que participaron, en mayo de 2006, en las detenciones, los registros y los traslados de las pruebas. Unos, los letrados 'acusadores', concienciados en que todos se reafirmaran en las actas de las diligencias firmadas en su día. Otros, los letrados 'defensores', en dejar claro que el transporte y conservación de las muestras de sangre no fue el correcto. Como si, cuando acabase el juicio, alguien las quisiera recuperar para una reinyección ¿Para qué otra cosa iban a servir ya?.

Se nota que los días van pasando y que el 'acoso' mediático de los primeros días ha decrecido. Los imputados ya pasean tranquilos por los pasillos antes de las vistas, en los recesos y a la salida. Ya no hay un enjambre de cámaras en la puerta, ni una nube de micrófonos en su boca. Es un trato más familiar, como el de las carreras ciclistas en la segunda semana. Todo el mundo se conoce ya las caras: acusados, defensores, acusadores, periodistas, magistrados, miembros de seguridad... Uno va y viene del baño o de la máquina de café como lo hace en su lugar de trabajo habitual.

Eufemiano llegó el martes al juzgado con un portátil debajo del brazo (¿tendrá la misma información que el incautado por la Guardia Civil?), toma apuntes en la sala, también Manolo Saiz, y le pasa 'papelitos' a su abogado en medio de un interrogatorio. Como si quisiera puntualizar lo que él considera importante, cuando se habla de hemólisis o nieve carbónica. Y, en ese ambiente 'amistoso', algunos hasta reciben visitas. Por la sala de espera apareció Maximino Pérez (ex de Seur, Relax...) que repartió abrazos y besos con sus amigos, sus íntimos: Eufemiano, Saiz, Yolanda, Labarta, Belda... Como si hubieran coincidido en el mismo hotel después de una etapa. Aunque no estuvieran ahí, precisamente.

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