Un viaje íntimo con Neil Young

El director estadounidense vuelve a rodar junto a Neil Young en una cinta a mitad de camino entre el documental de carretera y el concierto íntimo. La película supone la tercera colaboración entre ambos tras Heart of Gold (2006) y Neil Young Trunk Show (2009) y muestra el lado más personal del músico.

Neil Young adora los coches, son una de sus pasiones y el filtro personal para que el artista canadiense decida si una música le gusta o no. "En el coche, a pesar de que los altavoces son pequeños, es donde decido si algo me gusta o no. Si suena bien en el coche suena bien en cualquier lado", afirma Young mientras conduce un hermoso Crown Victoria de 1956 camino de Ontario a través del verde paisaje canadiense. Ese coche será el escenario principal de este documental que entremezcla escenas del viaje desde Omemee, el pueblo natal de Young, hasta Ontario, donde el músico cerró la gira presentación de Le Noise, su disco de 2010.

Jonathan Demme (El silencio de los corderos) contactó el Neil Young para que el músico le compusiese Philadelphia, tema que cierra la homónima película de Demme. De aquella colaboración saldría una buena amistad que ha dado lugar a más colaboraciones como The Complex Sessions, cuatro temas en directo de Young que el director grabó antes de trabajar juntos en Heart of Gold, cinta que si llegó a los cines y que se convirtió en uno de los documentales musicales más taquilleros de la historia. En Heart of Gold Demme y Young planificaron cada detalle minuciosamente. Cuando tres años después se volvieron a juntar para Neil Young Trunk Show la idea fue la opuesta, dejarse llevar por la aventura de una gira y mostrar la relación de Young con su banda y su familia musical. Ahora, para Journeys, el enfoque ha vuelto a cambiar para mostrar al canadiense en la soledad del coche, la carretera y el escenario, mostrando el lado más personal del músico al insistir en el uso de primeros planos que aumentan la sensación de cercanía y proximidad además crear un clima especial entre el entrevistador y el propio Young.

El contexto de este peculiar viaje es el final de la gira con la que Neil Young presentó en directo Le Noise en mayo de 2011. Los recuerdos, las conversaciones y las escenas de coche, con la cámara puesta en el asiento del copiloto para aumentar la sensación de que estás viajando con el músico, se mezclan con temas en acústico en un teatro vacío que se va llenando. Sin la fuerza de su primera colaboración, en la que Young volvía a los escenarios tras superar una importante operación quirúrgica, Journeys mantiene un enfoque más personal y familiar con miradas a la infancia del guitarrista en la pequeña Omemee, donde la escuela local recibe el nombre del padre del músico y los prados se convirtieron en el campo de juegos de Neil y su hermano.

Si en Heart of Gold Young demostraba que le quedaba carrete, en este proyecto se comprueba que el guitarrista está en estado de gracia. Young ha recuperado su salud y además está en racha tras celebrar los 25 años de su festival, escribir sus memorias y grabar Psychedelic Pill, uno de los mejores álbumes de 2012. La fuerza y el magnetismo de este artista queda expuesta sobre las tablas del escenario desde el cual el músico repasa su penúltimotrabajo y clásicos como Ohio, Hey Hey, My My o I Believe in You. Un repaso musical grabado desde la cercanía y la amistad. "Ha habido grabaciones de actuaciones legendarias pero esta es especial porque te metes dentro de su sonido de un modo único", explicó Demme en la presentación de la cinta. Neil Young comparece solo en el escenario pero gracias a un viejo pedal fabricado hace sesenta años el canadiense suena con la contundencia de un grupo de rock, de una banda completa.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Un buen documental para adentrarse en la historia de Neil Young, un nuevo viaje con su amigo de testigo que quedará como el legado del inmenso talento del artista canadiense al que el director ha grabado en tres facetas diferentes: su recuperación, en la carretera y de vuelta al hogar.