Sociedad

Los yogures, sin fecha de caducidad

Pasan a tener fecha de consumo preferente y cada fabricante tendrá que evaluar el tiempo razonable en el que se puede consumir su producto

Yogures sin caducidad

La vida del yogur se largará más allá del límite de los 28 días que tenía impuesto hasta ahora. Miguel Arias Cañete, ministro de Agricultura, ha asegurado que los próximos lácteos que se fabriquen ya no llevarán fecha de caducidad sino fecha de consumo preferente. Así los fabricantes podrán decidir que límite ponen a sus productos. Este es uno de los intentos del Gobierno por evitar el preocupante despilfarro de alimentos. / ATLAS

La nueva medida se enmarca dentro de la estrategia del Gobierno 'Más alimentos, menos desperdicio' que trata de evitar el derroche de alimentos. España es el sexto país que más desperdicia de Europa, por detrás de Alemania, Holanda o Francia. Según ha anunciado el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, "desaparece la obligación de que los yogures tengan fecha de caducidad".

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El Gobierno ha eliminado la fecha de caducidad de los yogures, que pasarán a tener fecha de consumo preferente, según ha informado el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, que ha precisado que "desaparece la obligación de que los yogures tengan fecha de caducidad" fijada 28 días después de su fabricación.

Durante la presentación de la estrategia 'Más alimentos, menos desperdicio', que tratará de lograr reducir a la mitad la pérdida de alimentos en 2025, el ministro ha explicado que ahora cada fabricante debe evaluar el tiempo razonable en que se puede consumir su yogur.

A este respecto, Arias Cañete ha precisado que el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el pasado viernes el Real Decreto 176/2013, por el que se deroga otro decreto anterior que establecía la fecha de caducidad. De este modo, los consumidores, a partir de ahora, sabrán que hasta la nueva fecha el yogur mantiene todas sus propiedades organolépticas, pero que a partir de entonces no significa que su consumo sea perjudicial. "No vamos a poner dos fechas (caducidad y consumo preferente) para volver loco al consumidor", ha añadido.

Evitar el desperdicio de alimento

Esta medida se enmarca en la estrategia que tratará de evitar el desperdicio de alimentos, que en España se eleva hasta los 7,7 millones de toneladas y que en todo el mundo supone un tercio de la producción mundial, según datos de la FAO. Así, España se sitúa en el sexto país que más comida desperdicia de Europa, detrás de Alemania (10,3 toneladas); Holanda (9,4 toneladas); Francia (9 toneladas); Polonia (8,9 toneladas) e Italia (8,8 toneladas).

En este sentido, el ministro ha dicho que "no hay consenso" en la Unión Europea de lo que significa desperdicio de alimentos, por lo que se ha abierto un periodo para llegar a un consenso antes de julio en entre los Veintisiete.

Asimismo, ha dicho que el mayor desperdicio tiene lugar en los hogares, con un 42%, del que el 60% sería evitable; en los procesos de fabricación, un 39%; el 5% en la distribución y el 14% en la restauración y el catering.

Sobre el desperdicio de los alimentos en los hogares, el 86,4% se debe a los alimentos sobrantes de las comidas, por raciones excesivas; el 63,6% a productos deteriorados por su mala conservación o exceso de tiempo y el 28,5% son productos caducados.

Otras áreas de actuación

La estrategia contempla cinco grandes áreas de actuación que afectarán a las normas de las administraciones públicas, a las empresas y operadores de la cadena alimentaria y a la sociedad en general, ya que se van a desarrollar actuaciones que contribuyan a impulsar un cambio de actitudes y sistemas de trabajo y gestión que permitan limitar el desperdicio, así como reducir las presiones ambientales encaminadas a lograr la participación de todos los sectores de la sociedad.

Para el ministro, los alimentos que se desperdician provocan además otros problemas como emanaciones a la atmósfera y otras cuestiones asociadas que aumentan el cambio climático. Sin embargo, pese a que el impacto ambiental "es muy elevado, una sociedad civilizada, por responsabilidad, no se puede permitir" que, con gente que pasa necesidades haya alimentos perfectamente consumibles que acaben en vertederos.

El ministro ha dicho también que entre las distintas actuaciones se promoverá la "mejor forma" de aprovechar los productos, por ejemplo que son ahora desperdicios en los restaurantes para que no acaben en vertederos. "Por razones estéticas hay muchos productos que no llegan a los mercados. Hay que ver en qué circuitos se pueden reutilizar. Tenderemos que reforzar la capacidad de almacenamiento en frío de los bancos de alimentos", ha concluido.

 
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