El FMI empeora sus perspectivas para España y exige más ajustes

El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisa a la baja sus previsiones sobre España: sube su previsión de la tasa de paro para este año hasta el 27%, añade una décima más de caída del PIB en 2013, hasta el -1,6%, y una décima menos de crecimiento en 2014, que se queda en el 0,7%. Y además, alerta: el crecimiento el año que viene puede ser aún peor, porque el Gobierno español tiene que seguir adoptando medidas dolorosas: "no hacer ajustes no es una opción", aseguran.

El documento que ha presentado este martes el FMI son sus Perspectivas Económicas Globales, un documento del que se hacen dos grandes ediciones (primavera y otoño) y actualizaciones breves de cuando en cuando, si la situación económica es cambiante. En esta ocasión, el informe de primavera contiene mensajes de cierto optimismo, aunque a la vez las previsiones mundiales son levemente peores.

El texto asegura que las "perspectivas económicas globales han mejorado de nuevo pero el camino a la recuperación en las economías avanzadas sigue lleno de obstáculos". Esto se traduce en una rebaja de las perspectivas de crecimiento mundiales para este año (hasta el 3,3%, dos décimas menos que en enero), mientras que para 2014 se quedan igual que hace tres meses: se espera un aumento del PIB mundial del 4%.

España: más ajustes y atención a los bancos

En la presentación del documento, los expertos del FMI han lanzado mensajes claros al Gobierno español de que debe seguir con los ajustes. Las exigencias las transmitía Jörg Decressin, subdirector del servicio de estudios: "Las prioridades para el Gobierno [español] son especificar cómo va a seguir con el ajuste, haciéndolo de manera que no dañe demasiado al crecimiento; seguir con las reformas estructurales (la del mercado laboral fue muy importante); y finalmente, continuar con la reforma del sector financiero: ahora es esencial que el 'banco malo' opere eficazmente y ayude a los bancos a librarse de los préstamos malos y avanzar en su restructuración".

Decressin admitía que su propia previsión de crecimiento para España para 2014 (0,7% de subida) puede ser "demasiado elevada", porque los ajustes siempre dañan al PIB: "cuando se adopten las nuevas medidas, el crecimiento será un poco inferior, y tiene que haber nuevas medidas, porque no hacer ajustes no es una opción", sentenciaba.

Por su parte, el economista jefe del Fondo, Olivier Blanchard, tomaba la palabra para subrayar que parte de los problemas de España siguen estando en el sistema financiero: "Claramente, hay dudas en la mente de muchos sobre la verdadera situación de los bancos españoles. Y por eso creo que es esencial la unión bancaria y la transferencia de la supervisión al BCE. Que el BCE pueda supervisar y exigir medidas en caso de que se necesiten es algo que tiene que hacerse. Y en este momento, desgraciadamente, esto está yendo demasiado despacio", afirmaba.

Cansancio de los ajustes

Aparte de las palabras de los responsables del Fondo, el texto en sí no se refiere concretamente a España en ninguna otra ocasión, pero sí que sitúa buena parte de los riesgos para la estabilidad mundial en la zona euro y, sobre todo, en su periferia, en la que está España. En esas naciones, dice el texto, la mejora en la estabilidad financiera "no están alcanzando a las empresas y familias, porque los bancos están afectados todavía por escasez de capital y resultados flojos, y contienen la oferta de crédito".

El informe alerta de lo que llama "cansancio de los ajustes", esto es, el hartazgo que las poblaciones sienten por los continuos recortes. Para el FMI esto supone un riesgo de que los países den marcha atrás en alguna de las reformas adoptadas; ante eso, subraya con vehemencia que "las autoridades no pueden permitirse relajar sus esfuerzos". En el catálogo de medidas recomendadas para la periferia del euro, destacan reformas en la "negociación salarial" (se entiende, a la baja) "para conseguir ganancias sostenidas de cuota de mercado exterior".