Internacional

¿Realmente le va tan bien a Alemania?

La certeza, convertida en frase comodín de Merkel, la que repite hasta la saciedad en plena campaña electoral, encierra muchos matices

Carteles electorales del candidato del partido SPD, Peer Steinbrueck, y del CDU, Angela Merkel, en un prado en Dormagen (Alemania)(Reuters)

"A pesar de la crisis que afecta a muchos países de Europa, a Alemania le va bien". La frase comodín de la canciller Merkel, la que repite hasta la saciedad en plena campaña electoral en un alarde de autocomplacencia, encierra muchos matices que los datos económicos, por sí solos, no ponen de relieve.

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Esta es una idea que comparte el director del Instituto de Investigación berlinés DIW, Marcel Fratzscher, convencido de que Alemania vive "una ilusión". "Económicamente a nosotros no nos va tan bien como pensamos", apunta el investigador aunque sí reconoce que Alemania ha salido airosa de la crisis europea. Una situación, esta, que califica de loable pero que a su entender no es más que una especie de fotografía instantánea. "En una perspectiva a más largo plazo, defender la tesis de que nos va económicamente bien, no es cierta", asegura Fratzscher, según recogía recientemente el diario Süddeutsche Zeitung.

A su entender múltiples indicadores le dan la razón: el 70% de los trabajadores tienen hoy salarios reales más bajos que hace diez años. También la productividad, la que Alemania exige al resto de socios, ha empeorado desde 1999 y la tasa de inversión se ha reducido en estos años del 20 al 17%. En este último aspecto es donde Marcel Fratzscher sitúa el principal problema que afecta a Alemania. Identifica un déficit de inversión del 3% o lo que es lo mismo, de 80.000 millones de euros. Como resultado, el país teutón cuenta a largo plazo con un potencial de crecimiento de sólo un 1%, el mismo que los economistas habrían pronosticado para España.

Fratzscher, profesor de Macroeconomía y Finanzas en la Universidad Humboldt de Berlín, lamenta asimismo que parte de la riqueza que se genera en Alemania no se invierta en el propio país y sí en el extranjero. En su opinión sería necesario poner en marcha un paquete de inversiones en los ámbitos público y privado, sobre todo en el área de infraestructuras y educación. En caso de haberse invertido esos 80.000 millones de euros, la economía alemana habría crecido un 0,6% más, precisa el economista.

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