La gastronomía inabarcable de Londres

El que Londres sea la ciudad invitada este año en la Gastronómika de San Sebastian no puede sorprender a nadie. La capital británica ha roto hace tiempo con la leyenda de que los ingleses comen mal. En las mesas del Soho, Belgravia, Mayfair, Covent Garden y en barrios bastante menos céntricos y conocidos, se ha vivido en los últimos veinte años una auténtica revolución culinaria.

La tan estricta y conservadora Guía Michelin acaba de elogiar, en su edición del 2014, los méritos de esta capital, abierta a todas las culturas, sin complejos, siempre dispuesta a probar nuevas experiencias, a mezclar sabores, técnicas y productos. "Nunca antes habíamos elaborado una guía en Gran Bretaña e Irlanda que proporcionara a nuestros lectores tanta diversidad y variedad", decía la editora de la guía Rebecca Burr. "Londres en particular, nunca ha ofrecido más variedad".

"Hay realmente algo para cada cual, para cada ocasión y la lista de restaurantes nuevos y excitantes, parece inacabable". A la hora de elegir depende del momento, el gusto y claro está, del bolsillo. Hay los restaurantes para ver y ser vistos, donde puedes cruzarte con Kate Moss, Madonna o Nicole Kidman, como el Wolseley, Zuma, Colbert, The Ivy, Scott's, Balthazar o Cecconi.

Grandes templos de la gastronomía a cargo de chefs excepcionales como Marcus Wareing en el Barkeley, Angela Hartnett en Murano, Clare Smyth en el restaurant Gordon Ramsay y la francesa Helene Darroze en el Connaught (sí, en Londres algunos de los mejores platos son cocinados por mujeres, rompiendo con otro viejo tópico de perolas y testosterona).

Hay chinos de lujo como Hakkasan, franceses internacionales como Alain Ducasse, italianos puros como The River Café, indios como Amaya o Benares y deliciosos escenarios como el invernadero de Petersham Nurseries en Richmond.

Hay locales que requieren muchos meses de paciencia para lograr una mesa, como ocurre con Dabbous, aunque cada vez son más los que no admiten reservas y quien quiera comer, que haga cola. Triunfa también el estilo informal y relajado de las brasseries, que han brotado como champiñones en el último año. O grastropubs excelentes como el galardonado Harwood Arms, el Anchor and Hope junto a Waterloo o Great Queen Street en Covent Garden.

Pocos países en el mundo no tienen su cocina representada en Londres. La española lo está en abundancia y calidad, con Ametsa, el restaurante que bajo la guía de Arzak acaba de conseguir su primera estrella Michelin.

Heston Blumenthal, el gran innovador de la tradición británica, es el invitado especial en la apertura de esta edición de Gastronómika. Muy popular entre sus compatriotas por sus programas de televisión, su local en Londres, Dinner, con platos en los que ha recreado la historia culinaria del país, acaba de recibir la segunda estrella Michelin, que viene a sumarse a las tres que ya tenía su famoso The Fuck Duck en Bray y a la que posee su pub The Hinds Head.

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