Macarena García: "A veces, me da miedo pensar en lo que espera la gente de mí"

Los actores y actrices de la televisión son conscientes la notoriedad que les da este medio. Perciben las caras girándose a su alrededor cuando caminan por la calle, suben a un autobús o compran una camiseta. Muchos de ellos y ellas no se conforman con algo tan banal como la fama o la popularidad. Necesitan el calor del público; sentir cerca, en la butaca, al espectador que en otras ocasiones ve sus trabajos desde casa. Se suben al escenario para probar la magia del teatro y pocos son los que se bajan después. El teatro, por su parte, aprovecha a estas figuras tan reconocibles de la interpretación para llegar a más gente y congregar mayor atención mediática. De ahí que tenga sentido esta sección que hoy estrenamos con Macarena García: 'Del plató al escenario'. En ella les presentaremos a actores y actrices que andan haciendo teatro y que pueden ver en televisión usualmente.

Macarena desprende felicidad. Sonríe, pero el rasgo que más denota su entusiasmo por el proyecto y por la etapa profesional que está viviendo es el brillo de sus ojos. A Macarena le brilla la mirada sentada en una butaca del Teatro Lara de Madrid ante el grupo de grabadoras que tiene delante de ella. Está muy integrada en el business de la interpretación: es agradable con los periodistas, presenta sus proyectos nuevos, se acuerda de los pasados, tiene palabras de reconocimiento hacia sus compañeros, de agradecimiento hacia su familia y hacia su representante... Una entrevista con Macarena García contiene los mismos ingredientes que un discurso de recogida de un Goya -como el que ganó hace unos meses-; solo que Macarena sabe hacer sentir a gusto a su interlocutor.

Con 25 años habla de sus inicios en el mundo del teatro musical como de algo muy lejano. No es tan así. La percepción de Macarena es exagerada porque esta chica ha vivido en pocos años más que otras actrices en una vida entera. Con 13 años, formó parte del musical 'En el nombre de la infanta Carlota'. Más tarde, protagonizó otro musical, 'High School Musical'. Se le abrió entonces la puerta de la televisión pasando por 'Amar en tiempos revueltos' (TVE), 'Punta Escarlata' (Telecinco) o 'Luna, el misterio de Calenda', (Antena 3). Recientemente la pudimos ver protagonizando la tv-movie 'Niños robados' en la que bordó su papel, como es habitual en esta talentosa actriz. El culmen de su éxito llegaría con el cine, con la película 'Blancanieves' gracias a la cual ha sido premiada con un Goya y la Concha de Plata.

En estos momentos, Macarena prepara otra serie para la cadena de Mediaset 'B&B, de boca en boca'(producida por Globomedia). Proyecto que compagina con uno muy especial: 'La llamada', comedia musical que desde hace unos días representa en un teatro madrileño. Especial por sentirse bien y feliz... y porque la obra la ha escrito y dirige su hermano Javier Ambrossi junto con Javier Calvo. Por eso a Macarena le brillan los ojos.

Vuelves a tus inicios, a los musicales...

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Estoy muy a gusto porque me gusta mucho cantar, me gusta mucho bailar y me gusta mucho actuar... así que haciéndolo todo estoy feliz. Es mi cóctel preferido [sonríe].

¿Hay muchas diferencias entre hacer un musical, hacer cine o hacer televisión como andas ahora haciendo?

Hay muchas. La básica es que el público está delante de ti. Impone, pero a la vez es muy mágico y hace que cada función sea un mundo que puedes aprovechar para aportar cosas nuevas a tu personaje. Eso es muy bonito.

El cine también es tan mágico... Estás haciendo algo con cuidado, con mimo... La televisión... [Suspira]. No podría elegir. A mí me gusta actuar. Me gusta meterme en personajes, contar historias... Me interesa hacer proyectos que me gusten y coincide que este me encanta.

A la hora de trabajar, en los rodajes de series -por ejemplo- tenéis las marcas para moveros. En el teatro, tenéis un escenario entero, cada función es distinta -como has dicho-, ¿qué te resulta más complicado?

El teatro es muchísimo más cómodo. Ojalá en la tele se pudiera hacer lo que te apetece en cada momento, pero no se puede. Hay un sonido, una iluminación, unas cámaras que están ahí para cogerte de manera perfecta.

Se agradece mucho en el teatro poder seguir tus impulsos y si te apetece tirarte al suelo, tirarte. Eso es un gusto, la verdad.

La obra la representasteis durante unos días, hace algunas semanas, en el hall del teatro Lara. Ahora la representais en la sala principal. ¿Cómo ha sido esa adecuación al nuevo escenario?

Nos daba bastante vértigo, la verdad, porque allí [en el hall] funcionó tan bien y se creaba una energía tan bonita al estar la gente tan cerca... Teníamos miedo de perder todo eso. Pero como el teatro Lara es pequeñito, acogedor... nos lo hemos currado mucho como para que no se pierda esa cosa casera, familiar.

Al final no creo que hay tanta diferencia, pero sí que ha sido un trabajo el adaptarlo. Además hay una nueva actriz porque Llum Barrera no sigue, ahora está Gracia Olayo y hemos tenido que ensayar bastante.

El proyecto te llega a través de tu hermano, que es uno de los directores, ¿qué te pareció?

Pues me dijo: "quiero que hagas una obra conmigo" y yo "genial". Conforme iban evolucionando la idea me iba contando, los cambios... y yo a sus órdenes, ¡él era mi director!

¿Cómo es eso de tener a un hermano de director?

Pues con un hermano, no lo sé; con mi hermano, facilísimo. Él y Javier Calvo son súper buenos directores. Yo he flipado. La primera vez que dirigían así y lo han hecho increíble. Nos han hecho creer a todos que formamos parte del proyecto, que podíamos decidir, hacer lo que quisiéramos... que somos importantes. Eso es importante.

Dan un contrapunto gracioso: Javier Calvo dice que no cree en Dios, la Iglesia... y tu hermano dice que tuvo una educación muy religiosa. A la hora de transmitir indicaciones sobre el enfoque de los personajes, ¿había alguna disparidad de criterios entre ellos?

No. Ellos tenían clarísimo lo que querían contar, estaban muy de acuerdo. Tanto si han conocido este mundillo como si no.

¿Creéis que, al topar con el tema de la religión, alguien puede no pillar ese punto de humor o sentirse ofendido?

Teníamos miedo de ese tipo de cosas, aunque luego vimos que no. Resulta que vino gente del Opus, súper religiosa y todo el mundo resaltaba que es una obra que le puede gustar a cualquiera. Al revés, te hace darle dos vueltas, pensar.

Yo, como mi hermano, he ido a un colegio religioso y tengo amigas que podrían haberse sentido ofendidas... Y no, porque no es irrespetuosa.

'La llamada' habla de cosas que todos identificamos, como el cambio, el amor, la amistad, respetar... y sales contento porque es divertida y emocionante. Eso es lo que yo veía al salir.

¿Tienes algo en común con tu personaje? Además de tu pasado religioso...

[Risas] Pues esa cosa como de hacerme mayor. La entiendo bastante. Está cambiando, se está haciendo mayor.

Hay habido bastante seguimiento mediático en la presentación de esta obra, algo muy raro en el teatro. El hecho que actores que son rostros habituales del cine y la televisión, como tú, hagáis teatro ¿qué tiene de positivo para este género?

Ya hace un tiempo que los actores hacen de todo, que les interesa hacer proyectos bonitos... y se les ve en todos lados. Sí, puede ser que haya gente que me haya conocido por 'Blancanieves' y diga "pues voy a verla en el teatro, a ver qué tal".

Así, genial porque ayudo a que más gente conozca la obra y más gente venga a verla.

¿Es fácil compaginarlo con las grabaciones? Porque estarás ahora con 'B&B'?

Sí. Ha habido momentos en los que me he agobiado un poco porque he estado grabando la serie y a la vez con los ensayos de la obra. Pero luego, no sé cómo, se ha ido encajando todo. Gracias a mi representante, a mucha gente que está ahí ayudándome... Al final he conseguido relajarme y disfrutar de las dos cosas porque son dos cosas que me gustan muchísimo. Lo hago con buen humor.

¿Se diferencia mucho esta obra de otros musicales que has hecho?

Yo no siento que sea un musical. Para mí es una obra en la que cantamos con un sentido claro: porque al personaje le gusta cantar o lo necesita para transmitir lo que le pasa...

No es esta cosa de algunos musicales -no todos- que el contenido está hecho para la música. Es al revés. Aquí lo importante es la historia.

Es diferente y, para mí, también es un momento muy diferente como actriz. Ya han pasado siete años desde que hice 'High School'. Me lo tomo de una forma diferente.

¿Crees que se te exige más o se te mira más con lupa al haber ganado un Goya?

No sé qué piensa la gente... A veces, sí que me da miedo. A veces, me doy cuenta de que pienso que se espera que sea una actriz maravillosa. Y yo sigo siendo la misma, con mis taras y mi todo.

Hay momentos en los que me digo a mí misma: "tú hazlo lo mejor que puedas en cada momento". Es lo que hago, esforzarme.

A la vez, ese miedo que me entra de pensar qué es lo que esperará la gente de mí, me viene muy bien; me hace ponerme las pilas y estar alerta.

En 'La llamada' el tema de la amistad, como has comentado, es importante. En tu mundo, en el de la interpretación... ¿en quién se puede confiar?

[Risas] Pues es una cosa que se dice mucho... Pero yo he tenido la suerte de trabajar con gente genial y no he visto eso que se dice muchas veces de la competitividad...

He tenido la suerte de juntarme con gente muy buena. Supongo que, como cualquier trabajo, con unos te llevas mejor, con otros no congenias tanto, con otras personas te haces amiguísima...