Wert retrasa el calendario de la reforma educativa ante la presión autonómica

La ley Wert llegará a las aulas en 2014-2015 pero se implantará en tres años y no en dos como estaba previsto. Los alumnos de Primaria y la nueva FP básica estrenarán la reforma el próximo año pero las enmiendas introducidas por el PP en el Senado aplazan un curso las previstas para ESO y Bachillerato, de mayor coste y calado académico. Las comunidades autónomas, incluidas las del PP, habían presionado al ministro ante los problemas de financiación. Por otra parte, el PP no ha introducido en el Senado ninguna enmienda parcial encaminada a que la asignatura de Religión sea de oferta obligatoria en los centros de enseñanza en Bachillerato, tal y como pedía la Conferencia Episcopal.

La presión de las comunidades autónomas del PP ha surtido su efecto y la nueva ley de educación ampliará su plazo de implantación de dos a tres cursos, aunque entrará en vigor, según lo previsto, en 2014-2015. Eso sí, las novedades llegarán sólo en ese primer curso a Primaria y la nueva FP básica. En el caso de la ESO y el Bachillerato el inicio de aplicación de la ley se retrasará un curso, hasta el 2015-2016. La primera reválida de cuarto de la ESO no tendrá lugar hasta el año 2017 y ese primer examen no tendrá consecuencias académicas, cosa que sí ocurrirá en las pruebas sucesivas.

En cuanto a la nueva reválida de Bachillerato, que sustituirá a la actual Selectividad, el retraso es también de un curso sobre lo previsto, de modo que los alumnos que estrenarán el nuevo acceso a la universidad lo harán ya en la primavera de 2017.

Las enmiendas del PP son claras a la hora de justificar esta decisión para facilitar que comunidades y centros puedan adaptarse a tiempo a los muchos cambios previstos. Y en ese cambio tiene mucho que ver la situación de estrechez presupuestaria de las autonomías, sujetas a nuevos ajustes de déficit.

Una ausencia llamativa de las enmiendas, que evidencia el debate interno que ha enfrentado a algunos sectores del PP y el ministerio, es la relativa a la asignatura de Religión en Bachillerato. El grupo popular en el Senado quería clarificar que la materia será también de oferta obligatoria en esa etapa e incluso era partidario de que contara con una alternativa académica como pedían los obispos. Sin embargo, ha prevalecido el criterio del Ministerio de Educación y el texto no se toca. El portavoz de Educación del PP en la Cámara Alta, Luis Peral, aludía a este desenlace señalando que "los centros la están ofertando actualmente, la seguirán ofertando y a a lo mejor, pues no sé, a lo mejor en la normativa de desarrollo se precisa más, pero digo a lo mejor, porque yo no soy el ministerio".

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Exámenes para acceder a la FP de grado superior

Entre las enmiendas introducidas por el PP en el Senado figura también la posibilidad de que las comunidades autónomas establezcan procedimientos de admisión de alumnos en la FP de grado superior cuando la demanda de plazas supere la oferta.

Otra novedad significativa es que la nueva FP Básica, una de las apuestas principales del ministerio a la hora de vender su reforma, no se ofrecerá en todos los centros de Secundaria sino sólo en "aquellos que así lo establezcan las administraciones educativas correspondientes".

Acceso al título de Bachiller para adultos

Otra de las enmiendas presentadas por el grupo popular deja vía libre a que las comunidades puedan "organizar periódicamente pruebas para obtener directamente el título de Bachiller y de Formación Profesional de acuerdo con las condiciones que establezca el Gobierno por vía reglamentaria". Se exigirá como requisito para presentarse a estas pruebas tener 20 años en el caso del título de Bachiller y Técnico Superior y 18 para el de Técnico y el de Profesional Básico.