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LA BUENA NOTICIA

Un indigente húngaro gasta sus últimas monedas en lotería y le toca

László Andraschek destinará parte del premio a crear una fundación para ayudar a gente con problemas de adicción y mujeres maltratadas

László Andraschek, durante una entrevista a la cadena húngara RTL Klub(RTL KLUB)

Iba andando por las calles de Budapest, camino a una reunión de alcohólicos anónimos, cuando decidió gastarse en lotería las pocas monedas que tenía en el bolsillo. "Yo había elegido solamente seis números y la mujer que me atendió me recordó que tenía que elegir un séptimo número. Le dije que el último fuera el 24", recuerda László, al que ese 24 le hizo ganar 630 millones de florines (unos dos millones de euros), uno de los premios más altos de la lotería de su país.

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Todo ocurrió en septiembre pero ha sido este mes de febrero cuando se ha conocido la noticia después de que László donara una gran cantidad de dinero a un hostal para la gente sin hogar en Budapest. Hasta entonces, se ha dado algún capricho pero sin grandes excesos: "Me he hecho rico, pero no soy una persona diferente. Con un televisor grande me alcanza, no necesito tres", explica.

Lo primero que hizo fue pagar sus deudas y después, cogió su bicicleta y se fue a un concesionario para comprar un buen coche para sus hijos: "Cuando llegué, el dependiente me preguntó que cuánto dinero quería gastarme. Yo levanté tres dedos y, como me vio con la bici, pensó que me refería a 300.000 florines pero quería decir tres millones", recordaba con humor en una entrevista a la cadena húngara RTL Klub.

Además del coche, también compró un apartamento a cada uno de sus hijos y está tramitando su pasaporte para poder llevar a su mujer de viaje. Siempre quisieron ir a Italia. László nunca ha viajado en avión. Tiene 55 años y vive en una casa social en Györ, la ciudad más importante del oeste de Hungría. Hace cinco años ganó la batalla a su adicción al alcohol y ahora quiere ayudar a gente que lo esté pasando tan mal como lo pasó él, por eso su próximo proyecto es montar una fundación para apoyar a gente "sin recursos y con destinos difíciles".

El pasado mes de octubre, el Parlamento húngaro aprobó una nueva ley que permite a los ayuntamientos establecer en qué zonas de los municipios está prohibido vivir en la calle y castiga a los sin techo con multas de hasta 500 euros y 60 días de cárcel. Una ley que ya fue anulada a finales de 2012 por considerarse inconstitucional pero el Gobierno llegó a modificar la Carta Magna para poder tramitarla de nuevo. La normativa viene acompañada de la construcción de centros sociales. "No queremos que ningún sin techo muera congelado en las calles de Hungría y por ello hemos creado, sólo en Budapest, más de 700 plazas para dormir", afirmaba Karoly Kontrat, del ministerio húngaro del Interior. En cambio, muchas personas sin hogar prefieren dormir en la calle que en los centros porque dicen que allí se sienten inseguros.

La historia de László recuerda a la de Carlos y Vanesa, la pareja de Santander que estas navidades tentaron a la suerte y compraron un décimo de la lotería de Navidad a pesar de que para ellos suponía quedarse un día sin comer. La buena fortuna se puso de su lado y les tocó el tercer premio, 50.000 euros. Hasta entonces habían sobrevivido con los 364 euros de pensión que recibía ella por padecer una enfermedad y con lo poco que sacaban de vender chatarra.

Elisa Muñoz

Elisa Muñoz

Periodista en Cadena SER desde 2008. Primero en programas como 'La Ventana', 'Hoy por Hoy Madrid' o...

 
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