Europa pone en marcha un nuevo programa para frenar la inmigración ilegal
Al menos, tratará de impedir sus consecuencias más trágicas, los naufragios
España y otros 17 países de la Unión Europea (UE) ponen en marcha este lunes el nuevo sistema de vigilancia de las fronteras exteriores Eurosur, con el objetivo de mejorar la lucha contra la inmigración irregular y la delincuencia organizada. Eurosur consiste en una red de comunicación que cooperará con la Agencia Europea de Control de Fronteras Exteriores (Frontex) para intentar reducir, además, el número de accidentes en las embarcaciones de inmigrantes que intentan llegar al territorio europeo.
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El régimen entrará en funcionamiento el 2 de diciembre en España, Bulgaria, Estonia, Grecia, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Letonia, Lituania, Hungría, Malta, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovenia, Eslovaquia y Finlandia, mientras que el resto de países de la Unión se unirán a partir del 1 de diciembre de 2014. Dinamarca, Irlanda y Reino Unido no formarán parte del sistema.
La necesidad de los Veintiocho de disponer de un nuevo instrumento de control fronterizo quedó especialmente patente hace unos meses, cuando el naufragio de un buque de inmigrantes ilegales dejó más de 300 cadáveres en aguas próximas a la isla italiana de Lampedusa. En la primera cumbre europea que se celebró tras la tragedia, el pasado octubre, los líderes de la UE hicieron hincapié en el objetivo de "poner en marcha Eurosur lo antes posible".
Gracias al nuevo sistema, los países podrán compartir datos en tiempo real (imágenes de satélite, previsiones meteorológicas o indicación de posición de los barcos) sobre las fronteras exteriores de la UE y actuar con rapidez para salvar las vidas de las personas que tratan de entrar de forma irregular en la Unión, especialmente a través del Mediterráneo.
La Comisión Europea dijo el pasado viernes que confía que Eurosur ayude a aclarar responsabilidades en el control de fronteras, incluido el salvamento de buques de inmigrantes que intentan llegar a las costas de la UE. "Ahora nadie podrá decir que no ha visto un barco, que no sabe cuál es la responsabilidad de cada uno", señaló Michele Cercone, el portavoz de la comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström.
Además de controlar la llegada de buques de inmigración y salvar sus vidas antes de que sus repatriaciones o solicitudes de asilo sean gestionadas por los Estados miembros, Eurosur también tiene que hacer frente a la tarea de ayudar a la lucha contra la criminalidad, principalmente la trata de derechos humanos y el tráfico de drogas.
Para las tareas de vigilancia se usarán medios aéreos de los Estados miembros, si bien "en ningún caso se utilizará ningún drone para Eurosur", aclaró Cercone, quien recordó que estos aviones no están permitidos en el espacio aéreo civil. Los Estados miembros que utilicen Eurosur crearán centros nacionales de coordinación para intercambiar informaciones.
La normativa establece que en todo momento deberán "respetar los derechos humanos", incluido el principio de "no devolución" que prohíbe el retorno de una persona a un lugar donde su vida o sus libertades puedan verse amenazadas.
Las nuevas normas garantizarán la protección de todos los derechos fundamentales de los inmigrantes, incluida la salvaguarda de datos personales. Así, cualquier intercambio de información entre los socios de la Unión o con terceros países a través de la red Eurosur deberá seguir siendo una excepción y cumplir con las normas en vigor sobre protección de datos.
Según datos de la agencia de vigilancia de fronteras exteriores de la UE, Frontex, más de 72.000 personas cruzaron de manera clandestina esos límites en 2012, algo más de la mitad que en 2011.