Científicos de EEUU crean la primera piel artificial de tiburón
Este nuevo tejido podría aplicarse en el futuro a los trajes de baño para mejorar su rendimiento y reducir el consumo de energía en la natación
Utilizando una impresora 3D, científicos de la Universidad de Harvard han obtenido la primera piel de tiburón artificial y han conseguido ya probar que su uso mejora el movimiento de los nadadores y disminuye su gasto de energía, lo que podría revolucionar en el fututo el mundo de la natación y mejorar sus marcas deportivas. A distancia, la piel de tiburón parece lisa y uniforme, pero, en realidad, está cubierta de millones de escamas que mejoran su rendimiento al nadar
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La piel del tiburón está cubierta con millones de escamas microscópicas y agudas que se sobreponen. Estos "dentículos" perturban el flujo del agua sobre la superficie del animal reduciendo la fricción y, por esta razón, esta textura de piel en los escualos les aporta una mayor eficiencia en sus desplazamientos por el mar.
George Lauder, un investigador de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, busco un ejemplar de tiburón mako (Isurus Oxyrinchus) en el mercado local de pescados y tomó una pequeña muestra de su piel para escanearla con el objetivo de obtener una imagen de su superficie en alta resolución. Después, sus colegas ampliaron la imagen de un solo dentículo y construyeron un modelo detallado de su estructura que, luego, reprodujeron miles de veces en un modelo computarizado de piel. El paso siguiente fue la construcción de la piel y esto necesitó la inserción de los dentículos duros en un material flexible utilizando una impresora tridimensional.
Probada con éxito
Pero faltaba lo más importante: probar en el agua esta primera piel artificial de tiburón y... funcionó. Este equipo de científicos norteamericanos adosó muestras de su piel artificial de tiburón en ambos lados de una lámina flexible, que podía moverse como las aletas de un pez nadando, y midieron las fuerzas ejercidas sobre esta lámina.
Cuando el agua fluía a baja velocidad la piel artificial de tiburón redujo la fricción sobre la lámina en un 8,7 %, aunque a velocidades más altas la piel artificial produjo un 15 % más de fricción que la membrana lisa. Pero cuando los investigadores movieron la lámina del mismo modo en que un pez desplaza su cuerpo, la utilización de la piel simulada de tiburón mejoró significativamente y aumentó la velocidad de natación en un 6,6 %, mientras reducía en un 5,9 % la energía gastada. Por lo tanto, para obtener mejores resultados, los dentículos o escamas rígidas deben estar insertados en un material flexible para que pueda flexionarse y doblarse como la piel real de un tiburón.
Sin embargo, los autores de esta investigación que acaba de publicar la revista de la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos aseguran también que todavía hace falta realizar más investigaciones y que, por lo tanto, no creen que pronto haya trajes de baño hechos de piel artificial de tiburón en el mercado.
Javier Gregori
Periodista especializado en ciencia y medio ambiente. Desde 1989 trabaja en los Servicios Informativos...