Xabi Alonso, el Don Draper del fútbol

Madrid

Mientras sus compañeros de vestuario luchaban por llevar hasta los pies de la diosa Cibeles la ansiada décima Copa de Europa (en Concha Espina siempre sonó mejor que Champions), un tipo en la grada del estadio acaparaba la constante atención de la cámara de TVE y de los aficionados que a la vez que veían el partido lo comentaban por redes sociales. Xabi Alonso impoluto con un traje hecho a medida (si no, se le entallaba como si lo fuera) sufría cada segundo del encuentro y festejaba la victoria final. ¿Sus signos de distinción? Los mismo que los de Don Draper: templanza, clase y carácter.

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Le faltó un sombrero a Xabi Alonso para ser el auténtico Donald Draper. Como el protagonista de la serie 'Mad Men', el futbolista del Real Madrid irradia elegancia y saber estar y, como el protagonista de la serie de AMC, el donostiarra sabe enfangarse y pelear en las trincheras de su mundo, el fútbol. Haciendo un paralelismo entre Alonso y el personaje al que da vida Jon Hamm se pueden descubrir no pocas similitudes.

Como Don, Xabi Alonso es uno de los líderes indiscutibles de cada equipo por el que ha ido pasando. Real Sociedad, Liverpool o Real Madrid han terminado depositando en él su fe y su confianza a sabiendas de que este tipo de sensual mentón y penetrante mirada no erraría en su misión. Si Don Draper ha liderado a sus creativos para conducir al éxito a las agencias de publicidad para las que ha trabajado, tres cuartos de lo mismo se podría decir de Alonso en el fútbol. Batuta y metrónomo del centro del campo.

Y del mismo modo, si en los últimos episodios Don Draper ha pasado unos meses en el dique seco, lejos de su oficina, del quehacer, del fragor de la batalla... Xabi Alonso ha probado el sabor amargo de una larga lesión y, en la final de Champions, tampoco pudo estar sobre el césped para ayudar a sus compañeros a vencer al Atlético de Madrid.

Saltó, Alonso, en los minutos previos al calentamiento. Con un porte viril y refinado Xabi paseaba por esa hierba lisboeta que no podría pisar con las botas de tacos. En lugar de la indumentaria habitual de un jugador, Xabi vestía el traje negro del club -de tres piezas-, corbata negra bien anudada sobre una camisa blanca. Con mucho gusto, asomaban sobre sus muñecas los puños blancos de la camisa y, en el bolsillo de la americana, un discreto pañuelo del mismo color. Algo blanco cerca del corazón de Xabi.

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Paseaba tranquilo, con gafas de sol, gesto afable y sujetando un café de la misma manera que Don Draper sujeta el vaso en el que vuelca su whisky. Tocaba café, el alcohol llegaría horas más tarde, con las celebraciones. Hasta en esto guardan parecidos Draper y Alonso. Si el primero ha protagonizado algún sonado suceso en la serie por culpa del alcohol, a Xabi también se le ha ido la mano en alguna celebración de la Selección española. Tan natural como comprensible.

Como Don Draper, Xabi se desenvuelve a las mil maravillas en el mundo de la publicidad. No es publicista, pero ha sido o es imagen para marcas como Emidio Tucci o Hugo Boss. Camisas, americanas, blazers, abrigos, cazadoras, fulares... le quedan como un guante, desprendiendo una mezcla de sensualismo, virilidad y personalidad. Ocurre como con Draper: igual da verlo vestido de etiqueta para recoger un premio que con una camisa hawaiana tomando unas vacaciones. La elegancia es intrínseca a su manera de presentarse al mundo.

Alonso sabe sacar la cara por compañeros, para defenderlos o para apoyarlos en momentos delicados. La hemeroteca puede dar fe de ello. De la misma forma, Don Draper tiende a premiar el talento y, ante todo, la lealtad de quienes le han acompañado en su camino.

Todo hombre de carácter se ha metido alguna vez en jardines y en tierras pantanosas. La vehemencia de ciertas afirmaciones o posturas respecto a según qué temas le han ocasionado a Don Draper más de un encontronazo con profesionales de su entorno. Igual que a Xabi Alonso. Es un magnífico conversador en entrevistas, controla los mecanismos de la prensa deportiva y sabe esquivar las preguntas más quisquillosas y capciosas; pero esto no ha impedido que se viera envuelto en alguna que otra polémica.

Hombres como Draper o Alonso despiertan admiración entre compañeros y son objeto de deseo -además de entre las mujeres- por quienes podrían contratar sus servicios. Las principales agencias de publicidad coquetean con Draper de la misma forma que muchos clubes europeos anhelarían que Xabi se enfundara su camiseta.

En la vida personal, Xabi y Don comparten el mismo número de hijos: tres cada uno, si bien es cierto que en el caso de Xabi son dos niñas y un niño, al revés que en el del protagonista de 'Mad Men'. Alonso ha unido su vida a Nagore Aranburu, mujer tan discreta como sofisticada y ejemplo de elegancia femenina. Concepto este último que se puede atribuir a cualquiera de las dos esposas de un Don Draper bastante más mujeriego que el futbolista del Real Madrid.

Y quizá, viendo una de sus series favoritas, 'Mad Men', Xabi Alonsose se sintiera identificado al escuchar decir a Don Draper: "There will be fat years and there will be lean years, but it is going to rain" ("Habrá años buenos, y habrá años malos, pero lloverá"). En el fútbol, los ciclos buenos y los malos, el éxito y el fracaso están separados por líneas muy difusas y traicioneras. Un gol más o menos puede colocarte en uno u otro lado de esa línea. Seguro que Alonso lo sabe.

No son iguales. No pueden serlo... porque tipos como Don Draper o Xabi Alonso son únicos. Su personalidad marca su estilo. Pero si hay un hombre en el fútbol que podría enfundarse el sombrero de Draper, con esa cierta caída hacia un lado tal cual lo portaba Humphrey Bogart, ese es Xabi Alonso. ¿La barba rojiza de Xabi? Otro de esos pequeños grandes detalles que lo hacen distinto del resto.