El coche eléctrico no termina de arrancar
La venta de estos turismos ha descendido un 5% en el primer semestre de 2014
Son silenciosos, casi no contaminan y su conductor puede recorrer unos 100 kilómetros gastándose sólo un euro. Estas son algunas de las ventajas de comprarse un coche eléctrico. Además, con las nuevas ayudas que el Gobierno acaba de dar para quienes quieran adquirir estos turismos, el precio puede ser similar al de un vehículo convencional. Sin embargo, la venta de los coches eléctricos sigue representando un porcentaje muy pequeño del total de las matriculaciones de turismos en España.
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En julio de este año se vendieron 168 vehículos eléctricos, 46 más que en el mismo mes de 2013, según datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles (ANFAC). A pesar de este crecimiento, en los seis primeros meses de 2014, la venta de los eléctricos ha descendido un 5%.
"El problema que tienen es la infraestructura, los puntos públicos que existen para poder cargar la batería del coche cuando se termina. Si conseguimos un mayor desarrollo de la infraestructura pública de recarga, estamos seguros de que ocuparán su lugar en el mercado. Nunca sustituirán al coche convencional, pero sí serán complementarios a estos", asegura David Barrientos, portavoz de ANFAC. En España sólo existen 1.356 puntos de recarga, según los últimos datos de la Comisión Europea.
Cuando un vehículo eléctrico se enciende no se oye nada. Sólo se escucha un pequeño zumbido que viene de la parte trasera, donde está la batería. En el salpicadero, en vez del indicador de la gasolina, hay una pequeña pantalla que muestra el porcentaje de batería que le queda. "El conductor de un coche eléctrico tiene que tener cuidado al ir por la ciudad. Como no hacen nada de ruido, muchas veces los peatones no se dan cuenta de que tienen un coche casi encima", asegura Alejandro Astibia, responsable de la Agencia Energética del Ayuntamiento de Pamplona. Astibia conduce uno de los coches que el consistorio de la capital navarra tiene para su uso, y asegura que corren lo mismo que los convencionales y que la mayoría suelen ser automáticos, así que son fáciles de conducir. Basta con frenar, y acelerar.
Según un estudio de ANFAC, por cada dos euros que se gasta un conductor en gasolina o gasóleo, se gastaría sólo medio euro con un coche eléctrico. La batería de estos vehículos permite recorrer unos 100 kilómetros con cada recarga, según indica Astibia. Son cómodos para moverse dentro de una ciudad como Pamplona, que cuenta con cuatro puntos de recarga activos. Pero intentar viajar de la capital navarra hasta Madrid, en coche eléctrico, sería casi imposible.
"Están muy bien para moverte por la ciudad. Nosotros tenemos en Pamplona más de 200 usuarios en nuestra agencia de alquiler de vehículo eléctrico y funciona bastante bien. El problema es que todos queremos un coche que nos valga para cualquier trayecto, y aquí es donde comienzan los problemas", apunta Astibia. En Pamplona los usuarios de estos turismos tienen que pagar una tarifa mensual a Iberdrola, para poder usar los puntos de recarga. Pero si salen de su ciudad, quizá no puedan recargar la batería, aunque encuentren un punto, porque igual no es la misma empresa la que lo gestiona. "El problema es que hay pocos puntos de recarga y que el suministrador de la electricidad puede ser diferente en cada sitio. Tendría que llegar un día en el que se creara una buena red, que todos los puntos pudieran ser usados por todos los usuarios en España y también en el resto de países europeos", explica el responsable de la empresa de energía de Pamplona.
Bruselas quería que España se comprometiera a alcanzar los 82.000 puntos de recarga para el 2020. Como ahora hay sólo unos miles... En siete años se tendrían que crear más de 80.000 puntos. La Comisión Europea se fijó como objetivo que en el año 2020 se pudiera ir en coche eléctrico desde Madrid hasta Helsinki. De momento, esto sigue siendo prácticamente imposible.