El Consejo de Enfermería pide la dimisión del consejero madrileño de Sanidad
El personal sanitario critica que no recibió la formación necesaria para atender con garantías a los pacientes sospechosos de ébola
El Consejo General de Enfermería ha "exigido" este martes la dimisión del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez, y ha estimado que es una "inmoralidad" que todavía siga en su cargo después de haber acusado de mentir a la auxiliar de enfermería Teresa Romero afectada de ébola.
En una rueda de prensa, el presidente del colegio de Enfermería, Máximo González, ha denunciado "infracciones graves" en la atención a los pacientes sospechosos de ébola. Con el objetivo de esclarecer todas las circunstancias que concurrieron en el contagio de ébola de la auxiliar Teresa Romero, la organización ha presentado un estudio que pondrá en manos de la fiscalía.
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Los enfermeros exigen la dimisón del Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez. "En un país serio esta persona ya no sería consejero de Sanidad", añadió González Jurado, que resaltó que se le ha vulnerado el derecho al honor y a la intimidad, y advirtió que también se han violados los preceptos que recoge la Carta de los Derechos de los pacientes.
Javier Rodríguez afirmó tras el contagio de la auxiliar de enfermería que ésta había mentido a su médico de atención primaria y aseguró también que para ponerse y quitarse un traje de protección "no hace falta hacer un master".
Asimismo, según denuncia esta organización, el traje empleado por los trabajadores "no es realmente un equipo de protección integral (EPI), puesto que deja parte de la cara al descubierto, que los profesionales cubren con una cinta".
También advirtió que los gorros no son impermeables, los guantes tienen un manguito menos largo de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y las calzas son convencionales y no impermeables. Asimismo, la mascarilla y las gafas no son antitranspirantes, de tal manera que no tienen sistema antivaho, lo que incrementa la sensación de calor para los profesionales sanitarios, multiplicando las posibilidades de que se produzca algún error.
De esta manera, el Consejo General de Enfermería ha denunciado varios casos como el de un sanitario que se incorporó al trabajo después de las vacaciones sin recibir ninguna formación, la falta de supervisión ya que no había vigilancia por parte de medicina preventiva a la hora de retirarse el traje.