Internacional

La liberación de Auschwitz, el fin del infierno del régimen de la Alemania nazi

Se cumplen 70 años de la liberación del campo de concentración, un día en el que la libertad por fin llegó a la Alemania que un ambicioso Adolf Hitler se encargó de destruir

FOTOGALERÍA | Imagen de la entrada al campo de concentración de Auschwitz, donde se puede leer "El trabajo os hará libres" / JANEK SKARZYNSKI AFP

Madrid

La historia de Auschwitz no ha quedado en el olvido, nunca lo ha hecho. Han pasado 70 años pero nadie puede omitir que allí, en el principal complejo de campos de concentración de la Alemania nazi, murieron más de un millón de personas.

Situado a unos 49 kilómetros al oeste de Cracovia, Auschwitz fue el lugar donde se concentraron el pánico y el horror cuando el mundo entero vivía la Segunda Guerra Mundial. Los supervivientes de esta masacre se han encargado de que, durante décadas, la memoria de aquellos prisioneros siga aún más viva. Libros, películas y fotografías han dejado el testigo de lo que allí se vivió y hoy, 70 años después de la liberación del campo de concentración, muchos celebran que la libertad por fin llegó a la Alemania que un ambicioso y enloquecido Adolf Hitler se encargó de destruir.

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Después de invadir Polonia los alemanes alzaron tres campos de concentración. Auschwitz I se creó en 1940 como el campo principal. Auschwitz II, también conocido como Auschwitz-Birkineau, se erigió en 1941 y fue el campo que llegó a concentrar el mayor número de prisioneros y hasta cuatro crematorios en total. Y, por último, Auschwitz III, que recibió el nombre de Auschwitz-Monowitz, fue el lugar que el regimen nazi aprovechó para forzar a los judíos a trabajar en fábricas de caucho síntetico y combustibles.

Las SS (Schutzstaffel) fueron las encargadas de regir los campos. Auschwitz I nació para albergar los presos políticos de Polonia y someterlos a trabajos de explotación, pero pronto fueron llegando numerosos trenes con miembros de la resistencia y, sobre todo, judíos.

Imagen de un grupo de mujeres en Auschwitz (Imagen de archivo) / Galerie Bilderwelt

A su llegada los prisioneros eran sometidos a diversos exámenes, tanto físicos como intelectuales y, además, les despojaban de todos sus bienes. Algunos ni siquiera llegaban a pasar un día en el campo ya que inmediatamente les mandaban a las cámaras de gas, algo que los oficiales alemanes denominaban como "las duchas".

Auschwitz fue símbolo de la tortura. Los campos albergaban zonas destinadas únicamente al castigo, donde mandaban a los prisioneros que intentaban escapar o tenían una actitud "inadecuada" para los oficiales de las SS. Allí les encerraban en celdas minúsculas para dejarles morir de hambre o directamente, sin miramiento alguno, les ejecutaban.

Imagen de los hornos crematorios de Auschwitz / Imagno

Los presos, que en su mayoría eran sobre todo judíos, realizaban trabajos forzosos. En Auschwitz I fue donde comenzó todo y donde, gracias a esos trabajos, se pudo ampliar su perímetro y crear el resto de campos de concentración. "El trabajo os hará libres" ('Arbeit macht frei') era el lema que rezaba a la entrada del campo, una falsa promesa que nunca se hizo realidad.

Por otra parte se llevaron a cabo diversos experimentos médicos, realizando castraciones forzosas, esterilizaciones o pruebas en contra de su voluntad. El doctor Josef Mengele fue uno de los artífices de estas pruebas y ensayos.

INFOGRAFÍA | La pesadilla de Auschwitz cumple 70 años

El fin del infierno

Ante el avance de el ejercito ruso los nazis decidieron evacuar los campos. Así, entre el 17 y el 21 de enero de 1945, en torno a 56.000 prisioneros fueron evacuados. Abandonaron Auschwitz a pie, una acción que acabó con la vida de muchos de ellos pues su estado físico y mental no les permitió seguir con el camino, de ahí que se les denominara como 'Marchas de la muerte'.

Pero, además, otros murieron a manos de las SS al intentar escapar y tampoco pudieron llegar al final de una guerra que logró aterrar al mundo entero. Se estima que en el transcurso de esta evacuación entre 9.000 y 15.000 personas perdieron la vida.

Zapatos de las víctimas del regimen nazi que se guardaban en los campos de concentración de Auschwitz / PAWEL ULATOWSKI

Y no sólo eso, porque los alemanes del regimen nazi intentaron por todos los medios borrar las huellas de sus crímenes. Para ello volaron algunos crematorios y cámaras de gas y se encargaron de quemar los objetos personales que guardaban de las víctimas en diversos almacenes.

Finalmente, fue el 27 de enero cuando los prisioneros que aún quedaban en los campos de concentración fueron liberados por el Ejército Rojo de la Unión Soviética. Hasta 7.000 fueron los supervivientes que encontraron en condiciones lamentables, dañados por el hambre y el maltrato que sufrieron en los campos.

En total, 960.000 judíos fueron asesinados, Hitler los consideraba "una raza inferior". Pero, además, durante el Holocausto murieron 74.000 polacos, 21.000 romaníes (considerados gitanos), 15.000 prisioneros de guerra y más de 10.000 ciudadanos de otras nacionalidades.

Hablar de Auschwitz recuerda que las vidas de millones de personas fueron destruidas, pero hoy, 27 de enero, es un día clave en la historia, el día en el que los alemanes dieron por finalizado su calvario, el día en el que por fin cerró la  mayor fabrica de la muerte.

 
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