Golpe al sistema en New Hampshire: Trump y Sanders ganan holgadamente

Manchester (New Hampshire)

Quizá sea lo único que tienen en común, pero a Bernie Sanders y Donald Trump les une sus oposición al sistema. Cada uno a su manera, con propuestas diametralmente opuestas, están sacando partido del descontento ciudadano. En New Hampshire, donde la participación ha sido altísima ha quedado bien clara. Los dos ganan con diferencias que rondan el 20% en unas elecciones primarias en las que la participación ha sido muy alta.

Bernie Sanders (en un discurso que parecía el del estado de la Unión, como si estuviera ensayado por si algún día le toca) ha dicho que se ve con la energía y la emoción que el Partido Demócrata necesita para ganar en noviembre y que lo que ha pasado hoy es lo que va a pasar en el resto del país. Donald Trump, que salió tocado de Iowa, aquí se ha venido arriba, ha recuperado su tono burlón y su aire prepotente, y ahora parece consolidado como el candidato antisistema que tanto daño puede hacer al Partido Republicano.

Las primarias son como una eliminatoria deportiva a varios partidos, y tan interesante como ver por cuánto gana quién gana, es ver cómo pierden los que pierden:

- Hillary Clinton: no se le ha visto muy tocada en su discurso, parece que sigue confiando en negros y latinos que empezarán a votar en las próximas semanas, y no le queda otra que suponer que lo harán por ella. Pero ya nada está tan claro, y amenaza con reaparecer el fantasma de la “Candidata Inevitable” que al final no fue candidata en 2008.

- Marco Rubio. El gran perdedor de la noche. Ha dicho a sus seguidores que decepción de hoy es sólo culpa suya, porque no lo hizo bien en el debate del sábado, pero que es algo que no volverá a pasar. La cuestión es que salió lanzado de Iowa, aquí tenía la oportunidad de dejar en la cuneta a varios rivales, y la ha desperdiciado. Aunque no vuelva a fallar en un debate, quizá ya sea demasiado tarde.

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- John Kasich, gobernador de Ohio. Parece el más moderado y dispuesto a unir tendencias y quizá por eso logra un meritorio segundo puesto. Cuesta creer que tenga recursos y equipo para aguantar en la carrera.

- Jeb Bush termina mejor de lo previsto y con perspectivas de mejorar en breve en un Estado favorable para él por tradición como Carolina del Sur. Era el gran favorito antes de que todo empezara, ahora le ha tocado aguantar, lo ha hecho y puede seguir haciéndolo.

- Ted Cruz. Era difícil que repitiera la victoria que los evangelistas le dieron en Iowa, pero tampoco empeora, ahí sigue.