Sale a la luz el diario escrito durante el régimen nazi del genocida Himmler
Se trata de un documento de mil páginas que recoge notas de los años 1938, 1943 y 1944
Himmler se preocupó de ocultar a su familia cada una de las atrocidades que llevó a cabo
Madrid
Una de las recopilaciones de documentos más extensas sobre el Holocausto nazi ha salido a la luz. Heinrich Himmler fue uno de los principales líderes del Partido Nazi durante el régimen de Adolf Hitler y principal responsable del Holocausto y otros crímenes contra la humanidad. Himmler escribió durante el Tercer Reich sus experiencias y las barbaries cometidas contra los judíos durante su estancia en los campos de concentración.
Fue uno de los mayores asesinos de la Historia. Dirigió el exterminio de seis millones de judíos y cientos de miles de gitanos, además de civiles soviéticos, polacos y yugoslavos. El oficial nazi relató cada atrocidad en unas notas que han sido retenidas durante 71 años para ser estudiadas y comprobar su auténtica autoría. Ha sido el diario alemán Bild quien ha sacado a la luz este diario. Mil páginas que recogen notas de los años 1938, 1943 y 1944. Se trata de declaraciones y citas del propio Himmler, aunque la mayoría de las anotaciones fueron realizadas por sus asistentes para contar todo lo acontecido en la vida del tercer hombre del Tercer Reich.
El terror invade cada una de las páginas que recogen la inmensa cantidad de memorias del oficial. El día 12 de febrero de 1943, Himmler se traslada al campo de exterminio de Sobibor, en Polonia. En este caso, los asistentes redactan cómo asisten a la asfixia con gas de docenas de niñas y mujeres judías. Al terminar, en Sobibor se celebra un gran banquete con el resto de SS. Allí fueron asesinadas 250.000 personas. Para el líder nazi era importante resalar la efectividad de los instrumentos empleados para gasear y acabar con la vida de los prisioneros de los campos. Entre los métodos, Himmler presumía orgulloso de los perros que empleaban para desgarrar a todo el mundo en el campo de concentración de Auschwitz.
Sin embargo, existen dos relatos especialmente salvajes e inhumanos que destacan en estos documentos. Himmler tenía un terapeuta, Felix Kersten, quien acompañaba al oficial en sus viajes. Este fue llamado para realizar un masaje a su cliente minutos antes de ordenar la ejecución de 10 personas polacas. Asimismo, el asesino nazi era aprensivo ante la sangre, hecho que se demuestra en el párrafo más estremecedor y cruel del diario. Los escritos revelan cómo en agosto de 1941 Himmler casi se desmaya cuando uno de los pedazos de los sesos de una mujer judía recién asesinada en Minsk le salpicaba la capa. En uno de los casos en los que el brutal asesino ordenó mandar ejecutar a oficiales polacos, la segunda tarea era enviar a sus familias a los campos de exterminio.
Capturado por las tropas británicas tras la caída del régimen nazi en Alemania, Heinrich Himmler se suicidó con una cápsula de cianuro antes de poder ser juzgado por sus crímenes. El número total de civiles asesinados por el régimen nazi oscila entre los once y los catorce millones de muertos.
Una vida normal, "luchar por la libertad es un placer"
Himmler se preocupó a conciencia por hacer creer a su familia que la vida que llevaba era completamente normal y ocultó cada una de las atrocidades que llevó a cabo. "Voy a estar en los próximos días en Lublin, Zamosc, Auschwitz, Lemberg", enviaba en cartas a su mujer como si de un viaje cotidiano se tratase. El oficial nazi no hacía ninguna mención de los innumerables crímenes en los que se vio involucrado como máximo rango militar de las SS. "Ayudar a la lucha por la libertad es un placer", era para su familia, la labor del militar.
Su hija, Gudrun, a quien cariñosamente llamaba Puppi fue en una ocasión visitante del campo de Dachau. La niña -de 12 años- no pudo ver la realidad de la situación, para ella se trataba de un campo en el que cultivaban hierbas medicinales y culinarias. El diario Die Welt señala que tras su excursión a un campo en el que al menos 41.500 personas esperaban a ser ejecutadas, Gudrun sacó una conclusión: "Allí mi papi parecía como un héroe".
Himmler trató de evitar cualquier palabra acerca de la persecución, la privación de derechos y asesinato de aproximadamente seis millones de judíos. Tampoco nada acerca de su pertenencia a las SS y la custodia de los campos de exterminio. Natural de Baviera, se encargó de que quienes le querían, no supiesen nada de su atroz genocidio.