Desayunos que apagan incendios

Madrid

Marc Castellnou es bombero, pero no de los que sostienen mangueras (al menos, habitualmente). Su labor consiste en analizar y diseñar estrategias para el GRAF de Bombers de la Generalitat, una especie de cuerpo de élite especializado en incendios forestales.

También utiliza su cuenta de Twitter (@incendi) para informar sobre la previsión del tiempo o el estado de los montes. Hasta ahí todo normal. Lo que sorprende es que, como si fuera un influencer adicto a los hashtags #breakfast e #instafood, ¡también prescribe desayunos!

Según Castellnou, consumir productos Kilómetro 0 ayuda a prevenir incendios: carne de cabrito, cerezas, queso, vino, tapones de corcho, miel, aceite de oliva... "¡Está demostrado!", explica por teléfono. Los productos cuya elaboración requiere "un espacio en el paisaje" dificultan la propagación de los incendios porque restan "carga de combustible".

Es decir, que no arde igual un bosque abandonado que un monte en el que pastan ovejas o cabras, y eso por no hablar del efecto cortafuegos de un viñedo. Pero lo de relacionar gastronomía y prevención de incendios no ha sido una idea repentina, sino la consecuencia de ver cómo el "paisaje" juega un papel fundamental en su trabajo.

La despoblación rural y el progresivo abandono económico de los bosques ["ahora todos compramos muebles en Ikea"] ha favorecido un espectacular crecimiento de la superficie forestal, que en España ha pasado del 12 al 40 % en solo 100 años. Según Castellnou, incendios siempre ha habido, pero los grandes empezaron a verse tras el boom migratorio del campo a la ciudad, en los años 60 del pasado siglo.

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El analista del GRAF ha sentido desesperación al contemplar cómo esos paisajes gestionados iban desapareciendo, pero también ha podido comprobar que la situación es reversible. En los macizos forestales del Priorat, por ejemplo, llevan años sin sufrir un gran incendio. Y cualquier aficionado al vino sabe qué es el Priorat...

"Esta Navidad, regala prevención de incendios"

Junto a un grupo de compañeros, Castellnou lleva dos años trabajando en la creación de un sello gastronómico que identifique a los alimentos apagafuegos para que, al escanear su código de barras, sepamos dónde se producen y qué incendios ayudan a prevenir.

"Vamos a intentar que sea para toda España porque en la comunidad de los incendios nos conocemos todos y ya lo he comentado con gente de Valencia y Extremadura", explica el bombero catalán. "Nuestro objetivo es que la gente se dé cuenta de que la prevención de incendios es algo en lo que, como ciudadanos y consumidores, podemos colaborar todos".

Su plan es lanzar el proyecto en octubre, de cara a la campaña de Navidad y bajo el paraguas de la Fundación Pau Costa [que lleva el nombre de un bombero del GRAF fallecido durante la extinción del incendio de Horta de Sant Joan, en 2009]: "Queremos hacer márketing de los productos procedentes de las zonas forestales. Que el lema sea: esta Navidad, regala prevención de incendios".