El mes más largo
Febrero sienta las bases de un nuevo escenario político, con Rajoy e Iglesias reforzados y sin avances en un debate catalán que se aviva
Madrid
El mes más corto, el de los 28 días, resultó catártico para la política española. Mariano Rajoy comprobó en su congreso que nadie le tose, sensación que a veces experimenta en el Congreso, pese a su minoría. Ahora el PP explica con naturalidad que lo más seguro es que incumpla su acuerdo con Ciudadanos y con esa misma naturalidad pasa a ocuparse de otras cosas. Total, el desgaste de la historia se lo lleva Ciudadanos, cuyo líder se justifica con frases como esta: "El PP no tiene remedio". Ciudadanos busca consolidar su espacio, aunque a menudo le cuesta. No hay rueda de prensa en la que no le pregunten por el presidente murciano.
Esta vez los idus se adelantaron a marzo y la primera conclusión del mes es que febrero ha traído más Rajoy. Recuerden sus sonrisas de satisfacción junto a François Hollande. La segunda conclusión es que febrero ha traído más Iglesias. Desde Vistalegre, Podemos se ha apaciguado. Redefine su estrategia. Hay que leer el documento con el que Pablo Iglesias ganó la asamblea, porque en él habla de 2020. Ese es su horizonte. Después de la revolución, Podemos ha puesto las luces largas. Cava trincheras, a decir del reforzado secretario general.
Febrero nos ha dejado también el aviso de que empieza un ciclo largo, lento, que ya dijo Rajoy que no adelantará las elecciones a pesar de que no apruebe los presupuestos. El PSOE, entretanto, se prepara para su batalla. A la espera de la decisión de Susana Díaz, corre en Ferraz cierta preocupación por la campaña de Pedro Sánchez. El PSOE va camino de pasar los próximos meses hablando del PSOE. Y discutiendo.
Entre lo más sintomático del mes está que la política haya sido desplazada de la agenda pública por la justicia, con la libertad sin fianza de Urdangarin y la sentencia de las black, y expuesta ahora al riesgo de la desconfianza ciudadana tras el relevo y las denuncias de varios fiscales. Cataluña tuvo el juicio a Artur Más con su correspondiente exhibición soberanista y tiene aún el juicio a Francesc Homs en el Supremo. Al final, mucho movimiento en el debate catalán para que nada se mueva. El asunto avanza en los juzgados mientras nadie negocia en serio en lo político. Es la principal advertencia tras estos 28 días en que parece que se hayan fijado las bases de un nuevo escenario. Suele ocurrir, que al mes más corto le cunda como si fuera el más largo.