Una de cada cuatro mujeres trabajadoras del mundo trae el salario principal al hogar
Una macroencuesta pedida por la Organización Internacional del Trabajo apunta que el principal problema de la mujer trabajadora es la conciliación
Madrid
La Organización Internacional del Trabajo ha presentado, en el Día Internacional de la Mujer, un informe elaborado a partir de datos de 149.000 encuestas hechas por la empresa Gallup en 142 países. El trabajo lleva por título Hacia un futuro mejor para las mujeres en el trabajo: la opinión de las mujeres y de los hombres, y aspira a dar una panorámica global de las perspectivas de mujeres y hombres sobre los retos y realidades que afrontan las mujeres en relación con el mundo del trabajo.
Según los datos del informe, una de cada cuatro mujeres empleadas del mundo declaran que su salario es la principal fuente de ingresos de su hogar. El porcentaje varía por áreas geográficas; por ejemplo, en Europa Occidental son una de cada tres las mujeres trabajadoras que dicen que son las principales sustentadoras; pero donde el porcentaje es más alto, el 41%, es en el Sur de Asia: Afganistán, Bangladesh, India, Irán, Nepal y Pakistán.
El informe pregunta a mujeres y hombres de todo el planeta cuáles creen que son los principales problemas de las mujeres trabajadoras. Globalmente, el número uno, según los consultados, es el equilibrio entre la vida laboral y la familiar. Es, por ejemplo, la principal preocupación en las economías desarrolladas, seguida de la desigualdad salarial (en este mismo orden han respondido, por ejemplo, los entrevistados en España).
Transporte seguro
Como problema número dos del mundo figura la falta de servicios de cuidado asequibles (es la preocupación más citada, por ejemplo, en China), y después va lo que la OIT llama "trato injusto en el trabajo", que incluye acoso y discriminación, y que es el problema principal de países como Brasil, Rumanía o Sudáfrica; también destacan la falta de trabajos bien pagados (clave en Rusia o Ucrania), la desaprobación social hacia que las mujeres trabajen (Pakistán, Yemen) o incluso la falta de medios de transporte seguro, preocupación número uno en Arabia Saudí y Tailandia y número dos en Irak y Bangladesh).
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Respecto a esto último, la OIT destaca que "la seguridad física es un factor muy importante en el acceso al trabajo y en el transporte al mismo", singularmente en los trabajos de turno de noche o fuera de los horarios habituales: a la pregunta de si se sienten seguras andando de noche por su ciudad, la respuesta de las mujeres es diez puntos más baja que la de los hombres, una brecha que se amplía en las economías desarrolladas, aunque la percepción de seguridad es mayor en estos países.
La OIT recuerda además en este informe datos que ya había hecho públicos hace unos meses: que la brecha salarial global es del 23%, y que al ritmo actual, tardará en cerrarse más de 70 años.