El presupuesto que el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) propone destinar a la Casa del Rey aumenta por primera vez en tres años, aunque esa subida se limita a 40.000 euros, hasta situar la partida en 7,82 millones de euros. Las cuentas que los PGE preveían para la Familia Real y la institución que asiste al monarca en el desempeño de sus funciones constitucionales llevaban desde 2014 congeladas en 7,78 millones de euros. Entre 2011 y 2014, la partida que los PGE reservan para la Casa del Rey se redujo paulatinamente hasta acumular un recorte de 659.240 euros y desde 2014 el presupuesto se mantenía congelado en 7.775.040 euros. De ese montante, no llega al 9% el dinero empleado para pagar los sueldos de los miembros de la Familia Real, esto es, de los reyes Felipe y Letizia, y de don Juan Carlos y doña Sofía, ya que la princesa de Asturias y la infanta Sofía no cobran una asignación. En 2016, el rey Felipe cobró 236.444 euros brutos anuales; la reina Letizia, 130.092 euros; el rey Don Juan Carlos, 189.228 euros y la reina Sofía, 106.452 euros. Casi la mitad de la partida que los PGE destinan a la Casa del Rey se dirige a cubrir los gastos del personal que trabaja para la institución, Aunque la Casa del Rey paga muy pocas nóminas (las de sus altos cargos y unos pocos empleados contratados directamente), asume los complementos salariales en forma de incentivos al rendimiento a cerca de 370 personas. Este personal trabaja para la institución, pero sus salarios no los paga la Casa del Rey. Es el caso, por ejemplo, del personal de Patrimonio Nacional, los miembros de la Guardia Real y del Cuarto Militar adscritos a Defensa, policías y guardias civiles destinados a funciones de seguridad que dependen de Interior y los chóferes que pertenecen al Parque Móvil del Estado. Desde el año 2015 las cuentas de la Casa del rey se someten a una auditoría externa a cargo de la Intervención General de la Administración del Estado, cuyo informe hace público la institución.