Macron quiere ser el presidente de todos y rechaza la división que retrata Le Pen

París

Reunir a la mayoría de los franceses para ser presidente en quince días. Este es el objetivo que se ha fijado Emmanuel Macron para los próximos quince días, aunque manteniendo su programa reformista. "El objetivo no es votar en contra de quien sea, sino pasar página de un sistema político que no ha sabido resolver los problemas de nuestro país durante más de 30 años".

En ese afán por unir, ha agradecido la participación del resto de candidatos, en especial de aquellos que le han mostrado su apoyo para la segunda vuelta, y ha rechazado la división que retrata Marine Le Pen, a la que se ha referido como "los nacionalistas". "No hay varias "Francias", no hay nada más que una, la nuestra, la de los patriotas en una Europa que protege y que deberemos refundar. La tarea es inmensa y estaré a vuestro lado".

Sus seguidores, a los que Macron ha agradecido esta primera victoria, esperaron la intervención en un pabellón del Parque de Exposiciones de la Porte de Versalles a ritmos de música de baile mezclada con pasodoble torero y antes habían recibido las proyecciones con gritos de "Macron President!" y entonando La Marsellesa. Satisfechos, no echan las campanas al vuelo. "Francia no se gana en 15 días, hay que seguir trabajando", nos decía Fabrice uno de los integrantes del equipo de campaña del candidato social liberal. Hortense, una militante de base, considera que es difícil saber que va a hacer el electorado de François Fillon: "No estoy muy segura de si se decantaran por Le Pen o por Macron".

El candidato de la derecha tradicional vino a despejar la incógnita, aunque a título personal, cuando anunció que votaría en favor de Macron y contra el extremismo quede entraña el Frente Nacional. El candidato del Partido Socialista, Benoit Hamon, también invitó a sus seguidores y votantes a apoyar la candidatura del exministro de Economía. También lo hizo el primer ministro, Bernard Cazeneuve, en una clara invitación a todos los partidos republicanos a restablecer el "cordón sanitario" en torno a la extrema derecha.