Theresa May pierde la mayoría absoluta, según los primeros sondeos
La BBC informa de que los conservadores ganarían por 48 diputados a los laboristas, una diferencia insuficiente para Theresa May. Empeoraría los resultados de David Cameron y saldría debilitada para la negociación del 'brexit'
Madrid
El recuento de las elecciones generales en el Reino Unido ya ha comenzado tras el cierre de los colegios a las 23:00 horas. El goteo de votos y datos se alargará durante toda la madrugada, pero los primeros sondeos dibujan un Parlamento ingobernable. Theresa May no llegaría a la mayoría absoluta, empeoraría los resultados de David Cameron y saldría debilitada para la negociación del brexit.
El Partido Conservador habría perdido la mayoría absoluta tras obtener 314 escaños en un Parlamento de 650 sillas, según la encuesta a pie de urna coordinada conjuntamente para las principales corporaciones de televisión de Reino Unido (BBC, Sky e ITV).
De confirmarse con el escrutinio final, la apuesta de la primera ministra, Theresa May, por el adelanto electoral habría resultado fallida, ya que su objetivo era ampliar la hegemonía de 17 asientos que ostentaba en Westminster. Los laboristas, por su parte, obtendrían de acuerdo con este estudio -acometido por el prestigioso politólogo John Curtice- 266 diputados, lo que supone un aumento de 34 para una formación que, bajo la candidatura de Jeremy Corbyn, había iniciado la carrera electoral tan por detrás de su rival que los expertos anticipaban su aniquilación en las urnas.
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Los liberal-demócratas, quienes aspiraban a capitalizar el apoyo pro-Bruselas, tras el sonoro derrumbamiento de hace dos años, cuando pasaron de socio minoritario del Gobierno a tener tan solo nueve representantes en la Cámara de los Comunes, obtendrían según este sondeo 14 escaños, cinco más que en 2015. El Partido Nacional Escocés (SNP, en sus siglas en inglés), por su parte, se habría hecho con 34, lo que reduce notablemente el hito obtenido en las generales más recientes, en la que se habían hecho con 56 de los 59 escaños que por entonces estaban en juego. El UKIP, por mientras, habría perdido el único escaño que habían recabado en 2015, ostentado por un ex diputado conservador que había desertado y que, posteriormente, abandonó también el partido eurófobo.
El órdago de May
El reto para Theresa May era ampliar la mayoría absoluta de los conservadores, ayudada por la división en un laborismo que no acababa de aceptar el liderazgo de Corbyn, hasta su ascenso un veterano raso más preocupado por la coherencia ideológica que por la disciplina interna. La notable ventaja que disfrutaba en las encuestas fue el detonante de que se animara a un adelanto electoral al que era reacia, pero los más de veinte puntos se fueron reduciendo a medida que avanzaba la campaña y era cuestionada por su gestión de los atentados y los recortes policiales durante su estapa como ministra del Interior. La participación es clave para la suerte de los dos grandes partidos, pero se trata una variable que en Reino Unido no se conoce con precisión hasta que el escrutinio ha quedado prácticamente completado bien avanzada la jornada posterior a la votación.