Dimite el presidente de Aena
Alega motivos personales, tras un verano marcado por el conflicto de Eulen en El Prat
Madrid
El presidente y consejero delegado de Aena, José Manuel Vargas, ha presentado este martes la dimisión de sus cargos por "motivos personales". Su salida se produce después de un verano marcado por la conflictividad en los servicios de control desempeñados por la empresa Eulen en El Prat, que provocaron largas colas en el aeropuerto barcelonés. Este miércoles, el consejo de administración de Aena decidirá si ratifica el principio de acuerdo con los sindicatos de la empresa que puede resolver la convocatoria de una veintena de días de huelga en las próximas semanas.
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Vargas asumió la dirección de Aena en enero de 2012, semanas después del ascenso al poder del Partido Popular, y con Ana Pastor como ministra de Fomento. Desde ese puesto el ahora dimitido pilotó la salida a Bolsa de la empresa, coincidiendo con la privatización de un 49% del capital. Desde entonces la empresa ha triplicado su valor, en lo que buena parte de la oposición parlamentaria interpreta como una venta de patrimonio público por debajo de su valor real.
El conflicto de Eulen
En una coyuntura de fuerte subida del tráfico aéreo al amparo de la recuperación económica y el aumento del turismo, este verano ha venido marcado por las largas colas en el aeropuerto de Barcelona por la movilización de los trabajadores de Eulen, encargados de la seguridad en los puestos de control de pasajeros.
Un problema que inicialmente Aena pretendió considerar como un conflicto que sólo afectaba a otra empresa -Eulen- y sus trabajadores. Pero que a la postre obligó a remangarse a los máximos responsables del Ministerio de Fomento para resolverlo, y llevó al gobierno a movilizar a la guardia civil para "supervisar" la labor de los trabajadores de la empresa de seguridad privada.
El ministro de Fomento defendió en el Congreso la gestión de Vargas en este asunto, frente a las peticiones de cese formuladas por PSOE, Unidos Podemos y PdeCat, que le acusaban de maximizar beneficios privados en la empresa a costa de sus trabajadores.
Un conflicto que ha dado alas a las reivindicaciones de los trabajadores de otros servicios de seguridad privada en concesiones públicas, y que ha llevado al gobierno a abrir una negociación paralela que busca evitar el deterioro de las condiciones laborales en los servicios públicos cuando se adjudican a operadores privados.
Abertis
También este verano el entonces presidente de Aena se mostró partidario de la compra de Abertis por la empresa pública, en competencia con la opa presentada por la italiana Atlantia. Una opción radicalmente descartada por el propio Ministerio de Fomento, que atribuyó las declaraciones de Vargas a la posición de un fondo de inversión integrante del núcleo duro en Aena pero, obviamente, minoritario respecto a la posición de control que otorga al Estado su 51% en el capital.
Motivos personales
El Ministro de Fomento, en declaraciones en los pasillos del Senado, ha señalado que "esta dimisión ya estaba anunciada desde el principio de la legislatura, porque (José Manuel Vargas) ya había avanzado la idea de cambiar de ciclo (profesional)”.
Íñigo de la Serna apuntó que fue él mismo quien le solicitó que se mantuviese en el cargo, de cara a la aprobación del reglamento de regulación aeroportuaria -DORA-, "posteriormente le fui solicitando que pudiera seguir al frente, hasta que finalmente en el mes de junio acordamos definitivamente que pudiera hacer ese cambio de ciclo que por motivos personales él deseaba".
Aun así, aclaraba el Ministro, le pidió que siguiese durante el verano, en que se esperaba un incremento de tráfico extraordinario. "Y ya tras el verano -concluía- llega la dimisión, que pone fin a un ciclo sobre el que el gobierno sólo tiene buenas palabras".
De la Serna ha remarcado que bajo la presidencia de Vargas Aena ha pasado de ser una empresa en una situación muy comprometida a ser "una de las mejores empresas del país".