Los que ayudan a evadir impuestos
Esta semana leemos en la prensa los resultados de la investigación del Consorcio de Periodistas de Investigación sobre los paraísos fiscales y los millones que los ricos y pudientes escatiman a las arcas del fisco. Pero ¿Quién les ayuda?
Madrid
La estrella de la Fórmula 1 Lewis Hamilton se compra un avión de lujo por 27 millones de dólares y encima Hacienda le devuelve una cantidad equivalente al impuesto del valor pagados. ¿Cómo se hace eso? Pues vía un testaferro, abogado, o especialista. En el caso de Hamilton, lo hizo vía a los abogados de Appleby, que tienen una oficina en las Bermudas y están asociados con una gran empresa de contabilidad y auditoria llamada Ernst & Young, que les ayuda en los planes para evadir el IVA (el impuesto al consumo que se aplica en toda Europa).
Para evadir ese impuesto, el vuelo inaugural del avión de lujo de Hamilton tenía que aterrizar en la Isla de Man, un pequeño territorio de la corona británica situado en el mar de Irlanda y bien conocido por defraudadores de impuestos y megaricos de medio mundo. En menos de dos horas de parada del avión, se pudo registrar allí y tramitar la liberación de impuestos. Incluso Hamilton y su novia, la cantante del grupo musical Pussycat Dolls, incluso anunciaron en sus redes sociales que iban a realizar una escala en la isla de Man en su primera salida estreno del aparato.
Pues bien, no se ha podido comprobar si Hamilton y su novia hicieron el viaje, pero consiguieron una devolución de 5,2 millones de dólares en concepto del IVA, según publica el diario británico 'The Guardian' que pertenece al consorcio de periodistas de investigación que han llevado a cabo la investigación de los papeles del paraíso.
En cuanto a cifras, aunque durante toda esta semana nos han ido dando detalles de los evasores y cuánto dinero tienen fuera en paraísos fiscales, la Unión Europea ha evitado recaudar con estas huidas más de 60 millones de euros.
Cuenta el 'Süddeutsche Zeitung', uno de los periódicos que participa en este consorcio, que en las Islas Caimán, Luxemburgo, Hong Kong y otros paraísos fiscales, las firmas financieras, de contabilidad y despachos de abogados ofrecen servicios a individuos y corporaciones multinacionales. Algunos son legales, pero la mayoría se benefician a costa de evadir pagos fiscales en otros países afectando a los impuestos que recaudan y que los estados luego invierten en políticas para los más necesitados.
Este diario alemán analiza de cerca las relaciones financieras entre las empresas y los paraísos fiscales. Un paraíso fiscal ofrece un importante beneficio a las compañías que se registran allí. Por ejemplo, por cada euro que una empresa paga en salarios, gana 50 céntimos de beneficios en la mayoría de los países, excepto en Luxemburgo.
Si una empresa paga allí un salario de un euro, obtiene un beneficio de 3,50 euros de promedio. ¿Eso significa que los trabajadores de Luxemburgo son más productivos que los del resto del planeta? Obviamente, no. La rentabilidad empresarial surge porque falsifican sus cuentas y resultados, gravando las ganancias en los países que tienes una tributación de impuestos más baja. Cada vez más corporaciones trasladan sus marcas, logotipos y capitales a paraísos fiscales para reclamar sus ingresos mundiales. En países como Estados Unidos y Alemania, principalmente.
El Zeitung dice que 600.000 millones de dinero de las empresas se mudan a paraísos fiscales cada año. El ejemplo más factible puede ser la empresa matriz de Google Alphabet. Un año antes de su salida a bolsa, en el 2003, Google USA transfirió su motor de búsqueda y tecnología a Google Holding, una filial de la anterior pero registrada en Irlanda. Gracias a la legislación que rige en ese país, la empresa puede gravar sus ganancias parando primero por Bermuda, donde dejó 15.500 millones de dólares hace dos años. Y es que en Bermuda la tasa de impuestos para las empresas allí registradas es del 0%. Negocio redondo.
Google solo tiene en Bermuda la sede legal. Pero sin irnos tan lejos, dentro de la propia Unión Europea hay paraísos fiscales. Echen un vistazo, Luxemburgo, Irlanda, Países Bajos, Bélgica, Malta y Chipre, generan con este procedimiento 350 millones de euros al año. Los fondos de las empresas y particulares llegan allí después de que se hayan manipulado los flujos de efectivo. ¿Quién pierde con todo esto? Pues los grandes estados de la Unión Europea, o Estados Unidos. Porque estos paraísos fiscales privan a la Unión Europea de una quinta parte de sus ingresos fiscales corporativos, unos 60.000 millones de euros al año, de los cuales 17.000 se escapan del fisco alemán.
Victoria García
En la SER, desde hace casi tres décadas, con algunas ausencias. Antes en Antena3 Radio y TV. Trabajé...