El sueño americano de Trump: mantener Guantánamo, una política migratoria dura e invertir en infraestructuras y seguridad

Washington

Donald Trump ha llegado a su primer discurso sobre el Estado de la Unión con la popularidad más baja de la historia. Quería presentarse como un hombre de Estado, mandar un mensaje patriótico, apelar a la unidad nacional, dejar a un lado el tono agresivo y las expresiones despectivas, quería ser el presidente de todos los estadounidenses.

Lo consiguió en el tono, pausado y amable. Pero Trump volvió a ser Trump, en el contenido de su discurso. "Este es nuestro nuevo momento para Estados Unidos. Nunca antes había habido un momento mejor para vivir el sueño americano", ha dicho el presidente, "los estadounidenses también somos soñadores" (usando la palabra dreamers, como se conoce a los inmigrantes que llegaron a EEUU sin papeles siendo menores).

Donald Trump ha presentado un plan para endurecer el sistema migratorio que pasa por nacionalizar a un millón de "dreamers" en un periodo de doce años, a cambio de construir el muro con México, de acabar con la reagrupación familiar y el sistema de lotería de visas, para "proteger" a los ciudadanos estadounidenses.

El presidente ha tendido la mano a los congresistas de ambos partidos para sacar adelante el proyecto de ley migratorio que ha presentado como una necesidad "vital" para "la economía, seguridad y el futuro" de los estadounidenses.

Interrumpido con aplausos en más de un centenar de ocasiones

En casi hora y media de discurso, la bancada republicana ha interrumpido con aplausos en más de un centenar de ocasiones, intentando acallar momentos de murmullos o abucheos que venían del lado demócrata.

La Casa Blanca dijo en los últimos días que Trump iba a hacer un anuncio. Justo antes de dar el discurso ha firmado una orden ejecutiva derogando el cierre de Guantánamo. La cárcel en territorio cubano seguirá abierta y acogerá a nuevos presos.

El presidente ha subrayado sus logros en materia económica y de creación de empleo, y ha destacado la reinversión que las grandes empresas estadounidenses están haciendo en EEUU beneficiados por la rebana de impuestos. Trump ha solicitado a la Cámara una partida de más de un trillón de dólares para reconstruir las infraestructuras del país para "recuperar nuestro patrimonio con corazón estadounidense, manos estadounidenses y arena estadounidense".

En materia internacional, ha señalado a China y Rusia como los rivales de Estados Unidos. Ha pedido a los congresistas que revisen el pacto nuclear iraní y ha alertado de que la "búsqueda imprudente de misiles nucleares" de Corea del Norte podría amenazar "muy pronto" Estados Unidos.