La medalla número 40 de la marcha
Las cuatro medallas conseguidas por los marchadores españoles en Berlín suponen el mejor balance de la historia de atletismo nacional en unos campeonatos de Europa
La media de edad de los cuatro medallistas no llega a los 25 años
Berlín
"Estoy muy contento y quiero probar vuestra cerveza". A sus 24 años, el extremeño Álvaro Martín se dirige con desparpajo y en inglés a los cientos de personas que se agolpan en torno a la iglesia Memorial Kaiser Wilhem de Berlín para aplaudir al nuevo fenónemo del atletismo europeo: la marcha española ha conseguido dos oros y una plata en una sola mañana y acumula en esta edición más metales que los conseguidos en los últimos quince años de la competición.
Más información
La imagen certifica la tan esperada renovación de una disciplina que ha dado - atención al dato- cuarenta medallas a nuestro país entre mundiales, europeos de aire libre y Juegos Olímpicos. María Pérez, Álvaro Martín, Diego García Carrera y Julia Takacs dejan una media de edad que apenas supera los 24 años de edad y que destila frescura, genio y calidad.
Todos fueron niños prodigios en categorías inferiores, sufrieron el traumático paso a los 20 kilómetros en asfalto y se han abierto paso a dentelladas en una élite internacional ahora supuestamente limpia del dopaje masivo y descontrolado. Sus nombres acaban de hacerse hueco junto a nombres como Jordi Llopart, José Marín, Valentí Massana, 'Chuso' García Bragado o 'Paquillo' Fernández, que ganaron sus medallas cuando la mayoría de ellos todavía estaban en primaria. Con el doble campeón europeo y mundial Miguel Ángel López en horas bajas, los 'millennials' han cogido las riendas de la marcha europea dando lustre a la prueba fetiche del atletismo español.
Los resultados hablan de la cosecha más prolífica de la marcha española en un gran campeonato - nunca jamás se habían conseguido dos oros - y de una tremenda proyección de futuro: Álvaro Martín (24), María Pérez (22), Diego García (22) y Julia Takacs (29) vienen escoltados por los también jovencísimos Laura García-Caro (23), Luis Alberto Amezcua (26), Raquel González (28) y el propio Miguel Ángel López. Una media de edad que invita a pensar en grandes cosas no sólo de cara a estos próximos años sino también en los Juegos Olímpicos de Tokyo en 2020 y de París en 2024.
La marcha femenina
Esta edición del europeo ha cumplido con otra misión no poco importante: poner la marcha española femenina en el mapa europeo. Hasta este lunes, la única presea que había conseguido una marchadora española en este campeonato era el oro de Mari Cruz Díaz en 1986, que ganó en Stuttgart en 1986 cuando apenas tenía dieciséis años y cuando las mujeres sólo podían marchar durante diez kilómetros.
Desde esa paternalista y patriarcal visión del deporte femenino hasta nuestros días, la marcha femenina española atravesó un desierto de más de tres décadas en los campeonatos de Europa: ni grandes como María Vasco, Beatriz Pascual o Mariajo Poves consiguieron subir al pódium a pesar de estar entre las mejores del mundo. Sólo Reyes Sobrino y Mari Cruz Díaz consiguieron hacerlo bajo techo en la atípica distancia de tres kilómetros, hoy reservada a los cadetes. Esta semana las españolas han roto la maldición con el bronce de Julia Takacs en 50 kilómetros marcha - en el primer europeo que celebra esta prueba para mujeres - y el oro de María Pérez.
La atleta de Granada, pupila de Jacinto Garzón desde los once años, se ha proclamado campeona de Europa con 1:26.36 horas: desbanca el récord del campeonato que tenía la rusa Olimpiada Ivanova desde 2002 y destroza también por casi un minuto el récord de España de María Vasco, que estaba a unos pocos días de cumplir la década de antigüedad. La onubense Laura García-Caro también ha rebajado su marca hasta unos 1:28.15 que la colocan en el top cinco español de todos los tiempos.