El Gobierno perfila en Quintos de Mora la estrategia sobre Cataluña y la consecución de la agenda social

Madrid

Aunque Pedro Sánchez tenía intención de pasar todo un fin de semana en Quintos de Mora reunido con su equipo de gobierno, al final la cita se ha reducido a un sólo día. Este sábado, el presidente ha convocado a todos los ministros y ministras en la finca situada entre las provincias de Toledo y Ciudad Real y utilizada por casi todos los presidentes de España como lugar de reuniones, algunas secretas, y otros encuentros donde se han decidido cuestiones vitales para el país.

Según fuentes de La Moncloa, la intención de Sánchez con este encuentro, que comenzará el sábado por la mañana y terminará a media tarde, es "poner a punto" la maquinaria para afrontar "esta nueva temporada política" y, en concreto, establecer una agenda de prioridades sobre asuntos que el nuevo Gobierno considera "fundamentales".

Uno de los que más faena traerá al Gobierno será la implantación de la agenda social comprometida desde la moción de censura por el propio presidente de Gobierno. En concreto, el ejecutivo tiene por delante el no menor reto de revertir los recortes llevados a cabo por el anterior Gobierno del PP en materias como la sanidad, la educación y los servicios sociales, con especial atención a la Ley de la Dependencia.

Pero en lo más inmediato, el ejecutivo de Sánchez también tendrá que definir qué estrategia quiere seguir de cara al otoño "caliente" que algunos miembros del Gobierno reconocen que le espera en relación a Cataluña. La Diada el 11 de septiembre, el aniversario del referendum del 1 de octubre, la gestión de los políticos presos... Según el entorno del presidente, Sánchez quiere mantenerse firme en su intención de "normalizar" las relaciones entre el Estado y la Generalitat aunque siempre respetando el Estatut y la Constitución.

Los primeros presupuestos de la "era Sánchez" también estarán encima de la mesa. Al menos la estrategia que el Gobierno va a seguir para poder aprobarlos, sin olvidar que primero tendrá que materializar el acuerdo con Podemos para reformar la Ley de Estabilidad Presupuestaria, si no quiere contar con el veto del PP en el Senado. Después llegará la elaboración de las cuentas públicas, la ley más importante de cada año en el país, y para ello Sánchez también tendrá que esforzarse en la negociación con los partidos políticos del Congreso de los Diputados, en especial, con sus socios de moción de censura.

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La inmigración será otro de los aspectos que deberá aborar el Gobierno que, ya estos días, prepara la cumbre europea que sobre la materia se celebrará el día 20 de septiembre en Salzburgo (Austria). Precisamente el proyecto europeo y los retos demográficos, sobre todo por el imparable envejecimiento de la población y lo que eso supone en el gasto sanitario, en depedencia o en pensiones, también serán otra de las prioridades del Ejecutivo, según fuentes de La Moncloa.