May presenta un 'plan b' sin grandes cambios y rechaza celebrar un segundo referéndum
La primera ministra del Reino Unido ha presentado este lunes su plan b para el 'brexit' en la Cámara de los Comunes, con pocos cambios con respecto al acuerdo ampliamente rechazado el pasado martes
Ha anunciado algunos cambios como la eliminación de un impuesto que millones de ciudadanos de la UE tendrían que pagar para garantizarse el derecho a seguir viviendo en el Reino Unido después del 'brexit'
Madrid
La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, ha rechazado este lunes la posibilidad de convocar un segundo referéndum sobre el 'brexit' porque, en su opinión, dañaría la "cohesión social" en el Reino Unido y sentaría un peligroso precedente que "socavaría la democracia" del país.
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En su discurso de presentación de su 'plan b' en la Cámara de los Comunes, que tiene lugar menos de una semana después de su histórica derrota el pasado martes, la premier británica ha hecho múltiples referencias a la necesidad de mantener conversaciones con todos los partidos de la oposición y ha criticado duramente al líder de los laboristas, Jeremy Corbyn, por no sentarse a dialogar con su partido durante las últimas horas.
May ha prometido ser más abierta con el Parlamento a la hora de negociar la futura relación con la UE y ha anunciado cambios hacia una mayor "flexibilidad" en su enfoque del 'brexit'.
Entre ellos destacan una demanda del Partido Laborista para garantizar los derechos de los trabajadores y la eliminación de un impuesto de 65 libras (32,50 para los menores de 16 años) que millones de ciudadanos de la UE tendrían que pagar para pedir el estado de "asentado" y garantizarse el derecho a seguir viviendo en el Reino Unido después del 'brexit'. Sin embargo, su plan alternativo no contempla grandes cambios con respecto al proyecto sometido a votación hace 6 días y que fue rechazado por una amplia mayoría.
El atentado con coche bomba que tenía lugar este fin de semana en Londonderry y que no dejaba ninguna víctima ha iniciado un discurso en el que May ha insistido en la polémica salvaguarda con Irlanda del Norte y ha reconocido que espera volver a Bruselas en los próximos días y semanas para debatir este asunto con la Unión Europea. "Mis esfuerzos se van a centrar en asegurar un acuerdo con la UE", ha dicho.
La intención de May es la de hallar una salida que evite una frontera física entre Irlanda del Norte e Irlanda que se interponga en el proceso de paz de 1998. "En las próximas semanas seguiré hablando con mis colegas, incluido el DUP (partido de Irlanda del Norte), para considerar cómo podemos cumplir con nuestras obligaciones con la gente de Irlanda del Norte y de Irlanda, de una forma que podamos obtener el mayor apoyo posible en el Parlamento", ha afirmado en sede parlamentaria.
Por su parte, el líder laborista, Jeremy Corbyn ha resaltado la importancia de la derrota del ejecutivo de May el pasado martes y se ha mantenido en el rechazo al acuerdo y a las intenciones de la primera ministra. "Nada ha cambiado desde el martes", decía Corbyn tras las palabras de May. "Necesitamos que la primera ministra acepte la realidad. Su acuerdo ha sido rechazado".
Corbyn además ha pedido que May "levante las líneas rojas" e intente llegar a un consenso. Para ello ha reclamado que la jefa de gobierno elimine de la mesa la posibilidad de un 'brexit' sin acuerdo, a lo que la primera ministra ha respondido minutos más tarde que eso deja solo dos opciones: revocar el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que establece dos años de negociaciones sobre la retirada de un país miembro (opción descartada por May este mismo lunes), o pactar una salida acordada con Bruselas.
Guillermo Nieto
Desde 2017 escribe en la sección digital de la Cadena SER