La Berlinale logra que Netflix firme por escrito el estreno en salas de sus películas

Berlín

En plena polémica en la industria cinematográfica, la Berlinale abre las puertas a Netflix, nada menos que en la Sección Oficial y con una película a competición, Elisa y Marcela, realizada por la española Isabel Coixet, una vieja amiga del festival alemán cuya 69ª edición arranca este jueves. Pero no lo hace de forma incondicional, si no que ha pedido al gigante del streaming que garantice por escrito que la película será exhibida en salas de cine. Al menos en algún país, como así se negocia en España, a la espera de un acuerdo de distribución.

El director de la Berlinale, Dieter Kosslick, admite que no se le puede dar la espalda al futuro ante los grandes cambios que está experimentando la industria cinematográfica, tanto en la producción como en el público, aunque, eso sí, manteniendo la esencia del certamen . En un encuentro con la prensa extranjera, Kosslick ha explicado que, tras un gran debate interno, la Berlinale solo programará películas hechas para ser exhibidas en un cine. "Y si Netflix o Amazon – las dos grandes plataformas de vídeo por internet- están involucradas en la producción o distribución, aceptaremos la película solo si se garantiza que habrá una proyección cinematográfica antes del streaming", añade.

El veterano director de la Berlinale recalca que se trata de un tema tan relevante para el festival que en el caso de ‘Elisa y Marcela, la distribuidora se lo ha “garantizado por escrito para que no haya controversia después”. De este modo, Berlín comparte el criterio del festival de Cannes, que prohíbe aceptar cualquier película a competición si esta no se va a ser distribuida en salas francesas respetando los exigentes tiempos de las ventanas de exhibición, y da un paso más al solicitar garantías por escrito.

El pasado sábado, durante la alfombra roja de los premios Goya, Isabel Coixet, en declaraciones a la Cadena SER, reveló sus condiciones al gigante del streaming antes de embarcarse en el proyecto. “Mi película se concibió para cines y se estrenará en cines. Eso siempre ha estado claro, cuando Netflix llegó, yo les dije que encantada, pero que esa era la situación”, apuntó la realizadora catalana, quien ensalzó la libertad creativa dada por la plataforma. Ante las negativas y reticencias de las distribuidoras -especialmente por el breve periodo de exhibición en salas antes de emitirse en la plataforma-, ‘Elisa y Marcela’ puede seguir los pasos de la ‘Roma’ de Cuarón. La gran favorita para los Óscar se estrenó solo en tres salas de España (los cines Verdi de Madrid y Barcelona y los Albéniz de Málaga) nueve días antes de su lanzamiento a nivel mundial.

La aceptación de Netflix viene a confirmar un cambio de estrategia de la compañía para acceder al circuito de festivales. El primer paso lo dio con ‘Roma’, de Alfonso Cuarón’, rechazada en Cannes, pero proyectada en Venecia, donde se alzó con el León de Oro. Con la cinta mexicana anunció a posteriori que podría verse en pantalla grande durante un tiempo limitado, al igual que con ‘La balada de Buster Scruggs’, el wéstern de los hermanos Coen, que se alzó con el premio al Mejor Guión.