El papa Francisco no se moja con la exhumación de Franco. El pontífice asegura que no ha participado en las comunicaciones entre el Gobierno y la Santa Sede para sacar sacar los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos. «No tengo opinión». Con esa breve respuesta ha zanjado el tema Jorge Bergoglio al ser preguntado sobre esta cuestión en una entrevista al programa Salvados de La Sexta. «Hubo algo pero yo no me metí en eso», ha contestado sobre las comunicaciones entre el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, y el Gobierno español. En cambio, sí ha defendido «el derecho a la verdad sobre lo que pasa, el derecho a una sepultura digna, a encontrar los cadáveres», un derecho que es de la familia y de la sociedad porque «una sociedad no puede sonreír al futuro teniendo sus muertos escondidos». «Los muertos no son para ser escondidos sino para ser enterrados», ha añadido. «Nunca vas a tener paz con un muerto escondido». El papa también se ha referido a la exención del IBI a centros de la Iglesia Católica en España. «Los hombres de Iglesia son ciudadanos y tienen que cumplir con todos los derechos de ciudadanos. También pagar impuestos», ha añadido para precisar que sólo deben estar exentos los bienes dedicados al culto o un bien social, como por ejemplo, una oficina de Cáritas. También ha especificado que la educación es un bien social pero que si el colegio, además de la educación cobra «unos aranceles de aquellos», ahí «se paga». «Tu educación es un poco empresarial -ha precisado-. Todo lo que no sea culto, todo lo que no sea bien común, hay que pagar impuestos». El papa Francisco ha reconocido que lloró al ver una concertina como las que hay en las vallas de Ceuta y Melilla para evitar la entrada de migrantes. Así lo ha comentado durante la rueda de prensa en el vuelo papal en el que regresaba de su viaje de dos días a Marruecos. El Pontífice recibió la concertina de manos del presentador Jordi Évole durante el Salvados grabado el pasado 22 de marzo. «Cuando Jordi Évole me dio la entrevista, me mostró un trozo de ese hilo con cuchillos. Te digo sinceramente que me conmovió y luego, cuando se fue, lloré. Lloré porque no entra tanta crueldad en mi cabeza y en mi corazón. No entra en mi cabeza y en mi corazón al verlo ahogarse en el Mediterráneo. Esta no es la manera de resolver el grave problema de la inmigración», ha dicho. El papa considera que «en teoría» no es una «rareza» tener un hijo homosexual, pero ha animado a los padres que empiecen a «ver cosas raras» en sus hijos a que «consulten, por favor, y vayan a un profesional» porque «ahí se verá a qué se debe, y puede ser que no sea homosexual». Jorge Bergoglio ha querido matizar las polémicas declaraciones que hizo el verano pasado cuando recomendó recurrir a la psiquiatría a los padres que detectaran conductas homosexuales en sus hijos. «Yo estaba explicando que nunca se echa de casa a una persona homosexual, pero hice una distinción que cuando la persona es muy joven y pequeña y empieza a mostrar síntomas raros, ahí conviene ir y yo dije psiquiatra, en ese momento te sale la palabra que te sale y encima en un idioma que no es el tuyo», ha detallado el pontífice. De aquello salió que los medios dijeran «El papa manda a los homosexuales al psiquiatra y no vieron lo otro, y eso es mala entraña», ha censurado. En su opinión, «para una familia es raro, se escandalizan por algo que no comprenden, algo fuera de lo normal... No estoy haciendo juicios de valor, estoy haciendo un análisis fenomenológico... Al menos que se saquen la duda con un profesional, tienen derecho a hacerlo». Y «una vez que la actitud homosexual está fijada, ese hombre o esa mujer homosexual tienen derecho a una familia, y ese papá y esa mamá tienen derecho a un hijo, venga como venga, y no se puede echar del hogar a ningún hijo o hija homosexual», ha concluido. El papa reconoce haberse equivocado cuando afirmó que «todo feminismo termina siendo un machismo con faldas» y que la «frase justa» que debería haber pronunciado es «todo feminismo puede correr el riesgo de transformarse en un machismo con faldas». «Fue una frase dicha en un momento de mucha intensidad cuando estaba escuchando el testimonio de una mujer que iba en la línea que yo quería y me fui al feminismo un poco más de protesta», ha justificado. Bergoglio ha reconocido que la mujer no está bien representada en la Iglesia, pero ha querido precisar que «no basta» sólo con darle funciones para promover su figura. «Lo que no hemos logrado todavía es darnos cuenta de que la figura de la mujer va más allá de la funcionalidad: la Iglesia no puede ser Iglesia sin la mujer porque la Iglesia es mujer, es femenina, es la Iglesia, no el Iglesia», ha enfatizado. Sin embargo, «¿cómo se explica esto? Hay que meterse y empezar a moverse y eso cuesta más», ha lamentado. Para el papa, «todos estamos al servicio pero parece que a las mujeres, además del servicio, les está reservada la servidumbre, y eso no esta bien, es triste». El papa también habló sobre el aborto al ser preguntado por si entendería que una víctima de trata embarazada tras una violación quisiera abortar. «Yo la entendería a ella en su desesperación, pero también sé que no es lícito eliminar una vida humana para resolver un problema. »¿Es lícito eliminar una vida humana para resolver un problema? ¿Es lícito alquilar a alguien para que la elimine?, recalca.