Condenado un policía municipal de Madrid por agredir a dos clientes de un bar
Dejó inconsciente de un porrazo a una mujer en el desalojo de un bar en distrito de Carabanchel
Declara responsable civil subsidiario al Ayuntamiento en el pago de las indemnizaciones de más de 2.300 euros
Madrid
Un agente de la Policía Municipal de Madrid ha sido condenado a un año, nueve meses y un día de prisión por agredir con la porra extensible a varios clientes de un bar del barrio de Comillas, en Carabanchel. La sentencia, que ya ha sido recurrida, le impone dos delitos de lesiones y declara que el Ayuntamiento de Madrid tendrá que hacerse cargo de las indemnizaciones de más de 2.300 euros como responsable civil subsidiario.
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Los hechos, según la sentencia a la que ha tenido acceso la Cadena SER, ocurrieron de madrugada en abril de 2017 en un bar de la calle San Delfín donde varios vecinos celebraban la victoria del Atlético de Madrid en Champions frente al Leicester. Vecinos del barrio habían llamado a la Policía por el ruido y los dos agentes se encontraron con las protestas de los clientes del bar cuando fueron a pedir la documentación del local para denunciar a los dueños.
Fue entonces cuando, según la sentencia, uno de los dos agentes sacó la porra extensible y empezó a agredir a la gente: un golpe a uno de los clientes en la pierna y otro en la cabeza, a la altura de la oreja, a una mujer que se desplomó inconsciente. Previamente habían mantenido un forcejeo con otro hombre al que sujetaron por el cuello contra una máquina de tabaco.
Una agresión que ahora la Audiencia Provincial de Madrid, con el magistrado Ramiro José Ventura como ponente, ha traducido en una condena de un año, nueve meses y un día de prisión y una multa de 366 euros por dos delitos de lesiones, uno de ellos leve, declarando además responsable civil subsidiario al Ayuntamiento de Madrid en torno a las indemnizaciones que suman más de 2.300 euros en total.
Una "violencia innecesaria"
El tribunal condena al agente valorando los testimonios "sinceros, veraces y creíbles" de las personas que estaban en el bar sin otorgar "credibilidad alguna" a la versión exculpatoria del agente, que negó haber pegado a nadie. El policía municipal, que ya ha recurrido la sentencia, actuó de manera "agresiva e injustificada", también "extralimitándose indebidamente" en sus funciones y haciendo uso de una "violencia innecesaria, inadecuada e improcedente".
Los jueces justifican también que el consistorio madrileño sea considerado responsable civil subsidiario al ser funcionario y estar "de servicio, utilizando de forma indebida su función pública". También deslizan los jueces que los vídeos aportados por su defensa de los hechos pueden esconder una "actuación procesal espuria" al faltar precisamente las imágenes de las agresiones: "Desconocemos si existe, pero resulta sugestivo".