El rocoso desencuentro en el debate entre Sánchez e Iglesias complica su acuerdo para la investidura
El intercambio de golpes durante las réplicas augura que el posible pacto entre PSOE y Unidas Podemos no llegará (si es que llega) antes del último momento previo a la segunda votación de la investidura que se celebrará el próximo jueves
El candidato del PSOE insiste en recordar a su posible socio las pegas de formar un gobierno de coalición, mientras Iglesias avisa a Sánchez de poner "excusas": "No aceptaremos ser un mero decorado del Gobierno"
Madrid
Sánchez e Iglesias llegaban con alguna esperanza de avance y, entre uno y otro, sembraron de obstáculos las negociaciones. El candidato a la investidura, Pedro Sánchez, y el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, han protagonizado un tenso debate en el que el secretario general del PSOE le ha reclamado su apoyo, incluso aunque gobierno de coalición no consiga llegar a buen puerto.
Iglesias ha exigido respeto para sus votantes, ha advertido de que no se dejarán pisotear y le ha avisado de que si por su "cerrazón" convoca nuevas elecciones probablemente "no será presidente de España nunca".
"Piénsense mucho el votar contra la formación de un Gobierno socialista con la ultraderecha, a lo mejor para usted es una frivolidad y les da igual llevar a España al bloqueo", ha dicho Sánchez.
El líder socialista le ha dicho a Iglesias que si "finalmente" sus dos formaciones no logran acordar un gobierno de coalición, hay otras muchas opciones y "fórmulas" de cooperación para que Unidas Podemos acabe apoyando a PSOE. Sin embargo, Iglesias ha dejado claro que si no hay coalición proporcional no podrán contar con sus votos.
<p>El debate de investidura continuará este martes</p>
"Entre un gobierno de coalición como ustedes lo plantean y que voten con la ultraderecha contra un presidente socialista como hace tres años hay muchas opciones, no quebremos esperanzas", ha dicho Sánchez.
Podemos no se va a "dejar pisotear ni humillar"
Iglesias le ha respondido diciendo que la suya es una formación "modesta y joven" pero que no se va a "dejar pisotear ni humillar". O negocia un acuerdo de gobierno de coalición en proporción a los votos de cada partido, o convence a PP y Ciudadanos para que se abstengan o hagan una gran coalición, o convoca elecciones.
El líder socialista ha pedido a Iglesias que acepte una oferta que ha considerado "generosa" -aunque no la ha desvelado- y ha asegurado que nada tiene que ver con dar a Podemos "elementos decorativos" en el Gobierno.
Sin embargo, Iglesias ha desvelado que el PSOE se ha negado a que miembros de su formación asuman competencias de Hacienda, de Trabajo, de Igualdad, de Ciencia o de Transición Ecológica en el futuro gobierno. Competencias, ha dicho, que Podemos quiere para desarrollar el acuerdo de gobierno al que se llegue.
"Ni hablar"
Todo eso, ha relatado el líder 'morado', después de que el PSOE empezase por decir que Unidas Podemos no ocuparía ningún ministerio de los considerados "de Estado" -Exteriores, Interior, Justicia o Defensa- y que no aceptaría incluir a gente de Podemos en equipos liderados por socialistas. A todo ello, ha dicho Iglesias, el PSOE le dijo "ni hablar".
"Señor Sánchez, ¿qué nos han ofrecido? Explíquelo a la Cámara a ver si les parece que es algo más que decorativo", ha dicho Iglesias en su segunda réplica. La intervención de Iglesias, que ha finalizado con su advertencia de que si hay elecciones quizá Sánchez no gobierne nunca, ha quedado sin respuesta del candidato.
"Solamente pedimos respeto y reciprocidad", ha dicho Iglesias, recalcando a Sánchez que no puede actuar como si tuviera mayoría absoluta. El líder morado ha advertido de que las palabras de Sánchez acerca de otras fórmulas de cooperación pueden interpretarse como que no quiere un acuerdo, después de varias "excusas" como, a su juicio, fue el haberle vetado a él como ministro.
Muestras de desconfianza
Sánchez, sin embargo, ha insistido en que sí quiere ese acuerdo, a pesar de que ambos han dado muestras de desconfianza. El socialista ha presumido de independencia del poder económico e Iglesias le ha recordado que fue él mismo quien desveló presiones en una entrevista en televisión.
Además, el candidato ha afeado a Podemos que hable de entrar en el Gobierno para hacer políticas sociales, cuando muchas de esas políticas son fruto de gobiernos socialistas.
Iglesias le ha respondido pidiéndole "humildad", y que sea consciente de que si Podemos existe es por los "errores" del PSOE. Para Sánchez, en cambio, el PSOE ha tenido en su historia más aciertos que errores y la presencia de Podemos se debe a un espacio sociológico que antes ocuparon IU o el PCE.
Duros reproches
Por otro lado, Iglesias ha reprochado duramente a Sánchez que propugne una reforma del artículo 99 de la Constitución para desbloquear la formación de gobierno cuando ésta no sea posible.
A su modo de ver, es "poco serio y poco respetuoso con la Constitución" que el resultado de su "incapacidad para conseguir apoyos" sea proponer una reforma de las reglas del juego. En un sistema parlamentario, le ha dicho, la altura de un líder no se mide por sus votos, sino por su capacidad de llegar a acuerdos.
Duelo con Casado
Sánchez emplazó en su réplica al presidente del PP, Pablo Casado, a abstenerse para permitir la puesta en marcha de un Gobierno socialista, advirtiendo de que lo contrario sería "bloquear España", y Casado ha descartado hacerlo subrayando que Sánchez "no es de fiar" y que permitir su investidura "sería muy perjudicial para España".
En opinión de Casado, el problema es que Sánchez "tiene un proyecto de ruptura para España" y que, aunque trate de tener buenas intenciones, acabará pactando con el independentismo "porque está en su condición" y porque, a su entender, ha apostado por rehacer el 'Estatut'. "¿Cómo voy a abstenerme si estaría dando patente de corso a los que quieren destruir España?", ha dicho.
El debate entre Sánchez y Casado ha estado plagado de durísimos reproches. Sánchez ha acusado a Casado "utilizar Cataluña y a los catalanes para disfrazar su enorme deslealtad a España votando en contra de la única formación de gobierno posible" y Casado a Sánchez de ser "igual de supremacistas que sus socios" por decir que ningún diputado del PP representa al País Vasco.
Rivera y la "banda" de Sánchez
Albert Rivera ha cargado durante su intervención en el debate de investidura, contra Pedro Sánchez al que ha acusado de tener un "plan" que piensa ejecutar con una "banda" en la que ha incluido a Podemos, los independentistas catalanes, como Torra y Puigdemont, y Otegi. Rivera ha acusado al jefe del Ejecutivo en funciones de "criminalizar" a todo el que no tiene carné del PSOE y le ha retado a decir si dimitirá si se produce una sentencia condenatoria por los ERE en Andalucía.
Para Rivera, el discurso de investidura de Pedro Sánchez es "puro teatro" para "despistar" a los españoles mientras se reparte "sillas con Podemos" y cede ante los independentistas "en la habitación de al lado", "la habitación del pánico". Existe, según el líder de Ciudadanos, un "plan Sánchez" que se quiere perpetuar en el poder para manipular la televisión pública, para los "enchufados" del PSOE como José Félix Tezanos, presidente del CIS o Rosa María Mateo, presidenta de RTVE.
La ultraderecha vuelve al Congreso tras 37 años ausente
El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha afirmado que España soportará la "calamidad" que prepara Pedro Sánchez y ha erigido a su partido como la voz que combatirá el "frente popular" que traerá, ha dicho, "miseria, enfrentamiento y ventajas e impunidad para los enemigos" del país.
En su primera intervención en el debate de investidura del candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Abascal ha alertado de lo que ha llamado "conglomerado populista, chavista y comunista" y ha recalcado que Vox será un "obstáculo insalvable" para su proyecto.
Sánchez ha utilizado su respuesta a Abascal para atizar a Casado y Rivera por los acuerdos que han alcanzado con esa formación en comunidades y ayuntamientos. A su entender, están viendo un "retroceso" en los planteamientos de esos dos partidos por sus pactos con la ultraderecha.
En su réplica, el presidente del Gobierno ha saludado que la representación de la "ultraderecha" en España sea menor que en otros países europeos, pero ha recalcado que el "problema" es la "irresponsabilidad" de PP y Cs porque están permitiendo que "influya decisivamente en gobiernos autonómicos y municipales".