Prisiones separa a los siete detenidos integrantes de los CDR en Barcelona

Madrid

Los siete supuestos miembros de los Equipos de Respuesta Táctica (ERT) de los Comités de Defensa de la República (CDR) acusados de los delitos de pertenencia a organización terrorista, fabricación y tenencia de explosivos y conspiración para causar estragos pasan sus primeras horas en la cárcel del Soto del Real. Es la prisión en la que ingresan todos los presos preventivos a no ser que el juez de Instrucción decida otra prisión, un supuesto que no se ha dado en este caso.

Según ha podido confirmar la Cadena SER de fuentes penitenciarias, la idea que tiene Prisiones es separar a los arrestados en diferentes módulos para que no tengan ningún de comunicación. El objetivo según estas fuentes es evitar la posibilidad de que puedan establecer estrategias comunes de defensa. De momento los siete están en el módulo de ingresos y el lunes previsiblemente serán trasladados a los diferentes módulos.

Dos de los detenidos ratificaron ante el Juez, Manuel García Castellón, lo mismo que habían confesado ante la Guardia Civil en dependencias policiales en la comandancia de Tres Cantos en Madrid. Los dos arrestados reconocen que "compraron, fabricaron y probaron bombas" porque querían "meter ruido para el 1-0". Uno de ellos, según fuentes jurídicas matizó aspectos significativos como contra que objetivos querían atentar. Contestando al fiscal y al juez negó que quisiera atacar cualquier infraestructura sosteniendo que "solo quería probar fabricar una bomba, movido por su curiosidad intelectual". Las fuentes de la investigación consultadas por la Cadena SER no han dado credibilidad a este argumento.

Estos dos arrestados son los únicos de los siete que han escogido un abogado de oficio en lugar de representación letrada de la organización independentista Alerta Solidària, que defendió a los otros cinco. Ya están separados del resto para evitar represalias de la otra parte.