La historia de superación de Aloe: la perrita que vuelve a sonreír tras una muerte casi segura
El dueño de Aloe la tiró en un pozo lleno de alquitrán
Madrid
Hace ya varios meses, concretamente el pasado 11 de febrero, un grupo de niños se encontraba a una perrita que había acabando en el interior de un pozo lleno de alquitrán en la ciudad de Merlo (Argentina) después de que su dueño decidiera arrojara al mismo para acabar con su vida. Todo ello gracias a los ladridos de auxilio varios perros de la zona, quienes llamaron la atención de los niños hasta que finalmente dieron con el animal enterrado bajo el alquitrán. Tras ver al animal completamente inmovilizado, los niños llamaron rápidamente a sus padres, quienes se pusieron en contacto con Bomberos Voluntarios de Libertad.
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Tras varias horas de trabajo, en las que también participaron algunos vecinos de la localidad, el equipo de rescate pudo sacar al animal completamente cubierto de alquitrán. Acto seguido, y para evitar una muerte que parecía casi segura, los bomberos se pusieron en contacto con los responsables de la protectora Proyecto 4 Patas para que les ayudarán a salvar la vida de la que posteriormente sería bautizada como Aloe.
Necesitaron 50 botellas de aceite para salvar la vida de la perrita
Tras encontrarse a la perra completamente sepultada bajo el alquitrán, los responsables de la ONG no daban crédito a lo que estaban viendo: "El 100% de su cuerpo estaba endurecido. Su boca, sus orejas...todo. Estábamos muy conmocionados, nunca habíamos estado frente a un animal en estas condiciones, pero era momento de focalizarnos y poner toda nuestra voluntad, y el amor, para sacarla de esa pesadilla lo antes posible".
Después de aplicarle las primeras botellas de aceite en el lugar en el que fue encontrada para quitar algo de alquitrán, los responsables de la ONG se llevaron a la perra a un lugar seguro. Una vez allí, el equipo convocó a los voluntarios y voluntarias de la organización y procedieron a extraer todo el alquitrán mediante litros y litros de aceite. Tras nueve horas de trabajo, y después de quitarle capas y capas de alquitrán con 50 litros de aceite, el equipo pudo salvar la vida de la perrita.
Aloe vuelve a sonreír
Desde entonces, la perrita ha ido recuperándose poco a poco de un acto ruin que, de no ser por la rapidez de los vecinos y vecinas del pueblo, hubiera acabado con la vida del animal. Durante estas últimas semanas, los responsables de la organización han ido compartiendo nuevas imágenes de la perra en las que se puede ver que evoluciona favorablemente. De hecho, en el último vídeo que han compartido se puede ver a la perra corriendo en el refugio con una sonrisa de oreja a oreja.
Cuatro meses después de vivir el momento más duro de su vida, Aloe vuelve a sonreír junto al resto de animales que componen el refugio. Algo que han recordado desde la ONG, donde han querido dar las gracias a todas aquellas personas que han hecho posible este momento.
David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología y buscador de historias virales e inverosímiles...