Todas las variedades de cebolla: Descubre cuál es la mejor para cada comida
Las hay más picantes, intensas o suaves, pero todas serán una apuesta segura en cada uno de tus platos
Madrid
La cebolla es un alimento imprescindible en la gastronomía mediterránea, ya sea como condimento en ensaladas y sofritos, o para acompañar platos como guarnición. La multitud de formas en que se puede cocinar y degustar hacen de este vegetal un producto muy socorrido y de gran aporte nutritivo y vitamínico. Aunque se suele tomar en cantidades pequeñas, pues no suele constituir un plato principal, su sabor no pasa desapercibido. Y las lágrimas que se nos caen al cortarla, tampoco. Y es que la cebolla es un alimento con mucha personalidad y se hace notar siempre.
Los usos de la cebolla son numerosos y es recomendable utilizar las diferentes variedades de esta hortaliza en función de la receta que queramos preparar. Aquí os dejamos algunos consejos para aprovechar el mejor sabor de la cebolla en cada plato.
Cebolla amarilla
Es la más conocida mundialmente y frecuente en todos los supermercados. Sin duda, es la más indicada para cocinar en asados de carnes o a la brasa, como aderezo de salsas, en sopas o estofados. Esta variedad multiplica las posibilidades de cocinarla y es que, sus finas capas y su dulzor conforme se cocina, ofrece un sabor que aumenta la calidad del plato principal.
Cebolla blanca
Es la más crujiente en cuanto a textura y tiene un sabor más intenso. Destaca por su gran tamaño y la piel más fina que otras variedades. No son demasiado dulces, por lo que es la apuesta perfecta para elaborar salteados de verduras, ensaladas, e incluso salsas y sofritos. Suele ser la más utilizada por su gran variedad de usos.
Cebolla dulce
Es de las cebollas más versátiles para cocinar y la mejor para freír. Este tipo es muy similar a las cebollar amarillas, pero se pueden apreciar diferencias en el sabor. Por eso, son las más idóneas para hacer aros de cebolla fritos, platos gratinados, vegetales asados y por supuesto, en el plato estrella de la cocina española: para las tortillas de patata.
Cebolla morada
Esta variedad es quizá la que mejor sienta para comerla cruda. Es más suave que las otras en cuanto al sabor y la textura, y añaden el toque de color a cualquier plato. Esta cebolla aporta frescura y un regusto ligeramente amargo, siendo de las menos dulces. Además, puedes olvidarte de llorar al manipularla porque es la menos picante, aunque ofrece un sabor fuerte. Así, esta cebolla es perfecta para elaborar un guacamole, como condimento en ensaladas, sandwiches, e incluso para hacer encurtidos con ella.
Chalota
Por último, tenemos la chalota, con sabor más ligero y sutil. En realidad, no es una cebolla como tal, aunque tiene un sabor similar pero menos cargante que cualquier variedad de las cebollas mencionadas. Su uso es frecuente en la alta cocina para realizar vinagretas, salsas de balsámico o gastrique. Su dulzura y con un punto picante hacen que sean ideales para cocinar quiches y otros platos de huevo, ya que aporta un gusto más delicado y menos intenso. Cortadas en rodajas finas son una gran guarnición para platos de verdura y harán la delicia de las ensaladas.
Además de la variedad de cebollas que existen y las recomendaciones para utilizar una u otra clase en las diferentes comidas, también sirve como remedio natural en enfermedades respiratorias o como diurético. Una apuesta segura.