Advertencia sanitaria sobre las mascarillas de tela: "Son como los preservativos de ganchillo"
Desde hace una semana, varios hospitales españoles prohíben la entrada a las personas que llevan mascarillas de tela y les entregan, en la puerta, una quirúrgica. Lo hacen por la imposibilidad de controlar que estos elementos se encuentren homologados o que no se utilicen un tiempo superior al recomendado
Madrid
El ministerio recomienda el uso de mascarillas higiénicas para las personas sanas, las quirúrgicas para los positivos y las EPI para sanitarios o para quienes estén en contacto con personas contagiadas. Todas ellas deben estar fabricadas bajo la normativa UNE (antigua AENOR) que define desde el tipo de material hasta el diseño, pasando por el modo de confección o el marcado. Ya no valen las mascarillas de tela a las que se incorpora un filtro. No están homologadas.
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FFP1, FFP2, quirúrgicas, higiénicas, de tela... Numerosas opciones a la hora de elegir mascarilla, pero ¿cuál es la mejor? La novedad que supone este accesorio en nuestro día a día hace que sea difícil acertar a la hora de comprar una mascarilla y más si se tiene en cuenta la diversidad existente en el mercado, aunque muchas no sirven para proteger frente a la COVID-19.
Alfredo Corell, catedrático de Inmunología por la Universidad de Valladolid recuerda que hay tres vías de contagio del virus, "aunque en un primer momento se creía que eran solo dos": a través de las gotículas que se exhalan por la respiración y la del contacto con objetos en los que se podían haber depositado estás gotitas con el virus. Recientemente, a petición de un grupo de más de 200 expertos, la OMS ha reconocido que hay una tercera vía: los aerosoles. Las gotículas y los aerosoles son las gotitas que exhalamos al hablar, al respirar, al cantar… Que sean gotícula o aerosol depende del tamaño (gotícula >5 micras. Si son más pequeñas se consideran aerosoles).
Las mascarillas retienen las gotículas que expulsamos cuando hablamos o respiramos. Como quedan retenidas, dice Corell “su principal indicación es para proteger a los demás de mí, en el caso de que yo estuviera contagiado”. Recientemente la OMS ha reconocido que el virus se puede transmitir también en gotas mucho más pequeñas que pasarían ese filtro. “Pero, al llevar todos mascarilla, aunque nos lleguen estos aerosoles -que pueden traspasar la protección de nuestro interlocutor, también existe un efecto barrera de mi propia mascarilla que me va a proteger a mí”.
Hay una hipótesis, que todavía se está estudiando, de la Universidad de San Francisco que indica que este efecto filtro de inhalar el virus tamizado por la mascarilla, hace que las personas produzcan una respuesta inmunitaria y pasen la enfermedad sin síntomas al recibir menos carga viral. "Para llegar a esta conclusión han utilizado la misma lógica de la variolización, la precursora de las vacunas actuales".
Desde hace una semana, varios hospitales españoles (en País Vasco y la Comunidad Valenciana) prohíben la entrada a las personas que llevan mascarillas de tela y les entregan, en la puerta, una quirúrgica. Lo hacen por la imposibilidad de controlar que estos elementos se encuentren homologados o que no se utilicen un tiempo superior al recomendado. Mila Domingo, una farmacéutica de Alzira (Valencia), utiliza un símil que ejemplifica la falta de efectividad de este tipo de protecciones frente al virus: "Las mascarillas de tela son como los preservativos de ganchillo". Esta sanitaria recuerda que el tamaño de poro de este tipo de mascarillas "es muy superior al del virus, así que si estamos en contacto con el coronavirus lo vamos a inhalar tal cual" e insiste en que "si todos llevásemos mascarillas quirúrgicas, no nos contagiaríamos porque todos llevamos la protección de no contagiar pero, si hay gente que lleva mascarillas que no valen para nada, no solo se contagian ellos sino que, además, contagian a los demás".
La importancia de ajustar la mascarilla
“De nada vale llevarla si no está bien colocada, tapando tanto la nariz como la boca y bien ajustada en todos sus extremos para que no haya ningún lugar de paso del aire. Hay gente que dobla las gomas al contrario para que se quede más cómoda y salga el aire por los extremos, asegura Corell, este es un uso inadecuado. Es decir, la mascarilla tiene que estar muy bien adaptada a la nariz -casi todas tienen una barrita metálica para adaptarla bien- no debe haber huecos en los carrillos ni por debajo la barbilla”.
Si no están homologadas, no se deben usar
“Las mascarillas higiénicas son para población sana. Es verdad que hay de muchos tipos y que muchas de las que se obtienen en rastrillos, o en algunas tiendas, no están homologadas. Para estar seguro hay que comprobar que cumplen la normativa UNE 0064 (de un solo uso) y 0065 (reutilizables). Eso nos asegura una capacidad de filtración y una buena respirabilidad. Con este tipo de mascarilla tenemos cubierta la mayor parte de las situaciones de interior. Pero hay que tener en cuenta que duran 4 horas y que algunas son de un solo uso. Al principio de la pandemia había mascarillas higiénicas de tela que incorporaban un filtro. Se usaron a principios de marzo cuando había desabastecimiento. Ahora no se deben usar. Ese procedimiento no está homologado.”
Las mascarillas quirúrgicas “prácticamente son intercambiables con las higiénicas” aunque realmente están destinadas a personas contagiadas. Están diseñadas para filtrar el aire exhalado. Su objetivo es evitar que el personal sanitario y los pacientes infectados (o sospechosos de estarlo) transmitan agentes infecciosos.
Por último, están las mascarillas destinadas al personal sanitario. Están dentro de la consideración de EPI y cuenta con varios niveles: FFP1 FFP2 y FFP3. Aparte de los sanitarios la población general las podría usar en situaciones en las que hay una prolongada exposición a mucha gente, por ejemplo, profesores que pueden tener alguna patología crónica, se podrían poner una FFP2, también deberían ponerse una mascarilla de este tipo personas que están inmunocomprometidas, que tienen algún defecto en su respuesta inmunitaria o que están con algún tratamiento inmunosupresor. Pero hay que tener en cuenta que, según aumenta la capacidad de filtrado, disminuye la respirabilidad por lo tanto hay que minimizar su uso. Lo bueno, tienen una duración de uso mayor de 8 horas por lo tanto no nos valen para una jornada laboral, por ejemplo, o si vamos a hacer un viaje largo en un medio público de transporte.