Ocho de cada diez personas no se cambian la mascarilla cuando exceden el tiempo de uso recomendado

Madrid

Casi ocho meses después del inicio del primer estado de alarma por la pandemia de coronavirus aún afloran dudas sobre el uso apropiado de las mascarillas. Pese a que este artículo se ha convertido en elemento imprescindible de nuestras vidas -en especial desde que el Gobierno central decretó su obligatoriedad en junio-, y aunque la información sobre su correcta utilización ha sido extensa, la novedad que ha supuesto en la rutina hace que en ocasiones cometamos fallos que ponen en riesgo su eficacia.

De hecho, según el análisis Tendencias Cofares de octubre realizado por la empresa distribuidora de fármacos del mismo nombre, 8 de cada 10 personas en nuestro país no respetan el tiempo máximo de uso de las mascarillas y olvidan reemplazarlas una vez excedidas las cuatro u ocho horas habituales. Esto podría tener consecuencias en las cifras de contagios, ya que, como señala el Ministerio de Sanidad, desde el momento en el que se supera el tiempo límite de utilización, se reduce la eficacia de la mascarilla.

Buena adaptación a la mascarilla, pero mal uso de la misma

Aunque un 67% de los encuestados reconoce haberse adaptado bien al uso diario de este artículo y el 82% conoce los requisitos para su buena utilización, 8 de cada 10 participantes en el sondeo admiten que no se cambian la mascarilla una vez sobrepasadas las horas recomendadas de uso. Mientras que el 34% lo asume de manera contundente, un 45,8% apunta que solo les ha pasado en alguna ocasión.

En la velocidad de adaptación no hay mucha diferencia entre generaciones, si bien es cierto que los más jóvenes se han acostumbrado más rápido a este accesorio (74,2%) que generaciones más mayores. En particular destaca la que abarca el rango de edad de entre los 36 y los 55 años, donde la cifra cae hasta el 60,7%, la menor entre todas las poblaciones.

¿Qué pasa si excedes el tiempo de uso recomendado de la mascarilla?

El tiempo límite de utilización de cualquier mascarilla recomendado por el Ministerio de Sanidad es de cuatro horas, "por cuestiones de comodidad e higiene". En mayo, la Organización Colegial de Enfermería y el Área de Enfermería de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Respiratoria (SEPAR) indicaba en un comunicado que este uso se puede ampliar a las ocho horas, aunque siempre siguiendo "las recomendaciones del fabricante" que vienen señaladas en la etiqueta.

Eso sí, si la mascarilla se humedece, lo mejor es sustituirla por otra, puesto que su eficacia desciende y, por lo tanto, aumenta el riesgo de contagio de COVID-19. Además, genera una falsa sensación de seguridad, como señaló el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, ya que "se olvidan medidas de prevención fundamentales, como mantener la distancia de seguridad de dos metros y el lavado frecuente de manos".

En lo que a las mascarillas de tela se refiere, no solo es necesario respetar el tiempo límite de uso continuado, sino también el número total de lavados que permite antes de que se reduzca su efectividad para prevenir la enfermedad -incluidos en la etiqueta-. Según indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), es necesario lavarlas "al menos una vez al día" con agua y jabón y a una temperatura mínima de 60ºC.