Es una de las imágenes más impactantes que dejan las protestas violentas que se vivieron el miércoles por la noche en las calles del centro de Madrid por la detención del rapero Pablo Hasél. Uno de los manifestantes, agazapado para no ser visto detrás del muro de entrada a la estación del Metro de Tirso de Molina, lanza una piedra de grandes dimensiones, que podría ser un adoquín arrancado de la calzada, contra varios policías antidisturbios que acudieron a sofocar las protestas. La piedra alcanza de lleno al agente en plena cabeza. Afortunadamente el policía iba protegido con casco, lo que evitó males mayores. En los disturbios registrados en la concentración celebrada en la Puerta del Sol y otras zonas del centro de la ciudad en apoyo al rapero Pablo Hasél fueron detenidas 19 personas. Además, se registraron 55 heridos, de ellos 35 eran agentes de la Policía Nacional. En las calles de Madrid hubo cargas policiales, quema de contenedores arranque de adoquines, barricadas, lanzamiento de papeleras y otros disturbios que este jueves han valorado las autoridades. En concreto, la presidenta Isabel Díaz Ayuso y el alcalde José Luis Martínez Almeida han visitado las calles del centro afectadas. El alcalde ha asegurado que la ciudad quedó «profundamente devastada por la actuación inaceptable de estos violentos». Ha trasladado un mensaje de «tolerancia cero frente a los radicales» y ha asegurado sobre el rapero encarcelado que ha servido como excusa para la violencia que «no es un mártir de la libertad de expresión» si no un «vulgar delincuente». Ayuso, en la Asamblea de Madrid, ha criticado que el dirigente de Podemos Pablo Echenique apoyase las protestas y, ya de paso, ha dejado claro que el estilo de Hasél no le gusta: «Ya lo que nos faltaba es jalear la fiesta de niñatos que se manifiestan por un delincuente que tiene menos arte que cualquiera de los que estamos aquí, con dos cubatas en un karaoke. Eso ni es arte. Es lo más cutre que pueden ustedes defender». La violencia se repitió en otras ciudades, siendo especialmente preocupantes en Barcelona, donde se repitieron por segunda noche consecutiva con un balance allí de 33 detenidos, 12 heridos, ocho de ellos mossos dEsquadra, numerosos destrozos y comercios y establecimientos saqueados. En los disturbios del martes en Barcelona una joven manifestante perdió un ojo. Una amiga de esta chica ha explicado en la SER las circunstancias en las que se produjeron los hechos. Laia ha asegurado que se siente «culpable» porque fue ella quien tiró la botella a los policías y no la joven que perdió el ojo. Los disturbios violentos han sido condenados en la SER por la vicepresidenta Carmen Calvo. «Los derechos no se defienden con violencia», ha dicho en una entrevista con Àngels Barceló: «Una cosa es defender que una democracia sea exigente con la libertad de expresión y otra cosa muy diferente es alentar a estar en una situación en al que ayer vimos heridos y detenidos». Se refería así Calvo al polémico apoyo a los manifestantes del diputado de Podemos Pablo Echenique, que expresó en Twitter todo su apoyo a los «jóvenes antifascistas que están pidiendo justicia y libertad de expresión en las calles» en las protestas convocadas. Las críticas a Echenique han llegado también desde PP, Vox y Ciudadanos. La derecha ha arremetido contra el dirigente de Podemos con frases como que «muchos españoles sienten naúseas» al verlo. Todos piden además a Pedro Sánchez que cese al vicepresidente Pablo Iglesias.