Pablo Iglesias: "Los demócratas no podemos blanquear a la ultraderecha sentándonos a debatir con ellos"
El candidato de Unidas Podemos a las elecciones en la Comunidad de Madrid explica por qué ha abandonado el debate de la SER y celebra que el resto de candidatos "demócratas" se hayan sumado
En la denuncia de Iglesias, a la que ha tenido acceso la Cadena SER, el candidato morado entiende que los hechos constituyen "una grave amenaza" contra su vida y la de su familia dado que "incluye material de guerra que en apariencia es real"
Iglesias: "Se acabaron los debates con la ultraderecha" / RTVE
Madrid
El debate de las elecciones a la Comunidad de Madrid organizado por la Cadena SER empezaba con la marcha de Pablo Iglesias tras la negativa de la candidata de Vox, Rocío Monasterio, a retractarse tras poner en duda las amenazas de muerte al candidato de Unidos Podemos y al ministro del Interior. Poco después, el resto de candidatos salvo ella, han decidido poner fin al encuentro, en apoyo a Iglesias y en rechazo al discurso de odio mantenido por la ultraderecha.
Iglesias ha celebrado que el resto de compañeros "demócratas" se hayan sumado a esa iniciativa porque considera "gravísimo que una candidata de la ultraderecha permita poner en duda una amenaza de muerte. El problema no es una amenaza de muerte es que están amenazando la democracia", ha recalcado en declaraciones a Televisión Española tras denunciar las amenazas recibidas ante la comisaría del Congreso de los Diputados.
La denuncia de Pablo Iglesias
La denuncia ha sido presentada por el propio Pablo Iglesias en la comisaría de la Policia nacional en el Congreso. Y en ella el candidato morado expone la amenaza recibida, a través de una carta con cuatro balas de gran calibre "que parecen corresponderse con 'cetme'". En el texto, al que ha tenido acceso la Cadena SER, Iglesias entiende que los hechos constituyen "una grave amenaza" contra su vida y la de su familia "dado que incluye material de guerra que en apariencia es real", dice el texto, y de un arma de gran calibre.
El escrito deduce que se trata de un fusil de asalto que pertenece a una persona con acceso a este tipo de armas "incluso que dispone de ellas". Por todo ello, Iglesias, que se presenta como acusación particular, solicita que se apliquen las diligencias necesarias para el esclarecimiento de los hechos y para identificar a los autores e incoar la investigación y las actuaciones judiciales que pudieran corresponder.
"Se acabaron los debates con la ultraderecha"
La candidata de Más Madrid, Mónica García, ya ha avisado de que no volverá a sentarse a debatir con Rocío Monasterio en lo que queda de campaña y Pablo Iglesias ha apuntado lo mismo: "Se acabaron los debates con la ultraderecha. Los demócratas no podemos blanquear a la ultraderecha sentándonos con ellos", ha sentenciado.
Pablo Iglesias ha recordado que el cartel electoral de Vox "es una copia de otro cartel de la Alemania nazi" y le parece inadmisible "que sean capaces de alertar la violencia contra menores". Por eso, insiste: "Ya está bien de debatir contra esta ultraderecha que quiere destruir nuestra democracia. Ya está bien de blanquear a la ultraderecha".
Considera que "cada vez más gente se está dando cuenta de que la democracia está amenazada y sería una tragedia para la democracia española que después del día 4 de mayo hubiera un gobierno de Vox con el PP, y estoy convencido de la mayoría social madrileña, que es demócrata, va a dar una lección democrática a la ultraderecha. No se puede consentir lo que está pasando. Demasiada impunidad, demasiado blanqueamiento".
El líder de Podemos espera que "esta vez se produzcan detenciones" por las amenazas que ha recibido. Lamento que no las hubiera tras el ataque con cócteles molotov a la sede de Podemos en Cartagena (Murcia) y que se fuera "de rositas" el exlegionario que disparó contra fotos suyas y del ministro del Interior, absuelto por la Justicia.
El resto de candidatos también reflexionado sobre lo ocurrido tras el debate. "Se ha hecho una condena global de la violencia, pero no específicamente de un acto de violencia contra uno de nosotros", decía Gabilondo, de origen vasco que insistía en la necesidad de señalar en casos como este: "Vengo de una comunidad en la que a veces se hacían condenas globales de la violencia para no condenar específicamente lo sucedido". Mónica García también considera "intolerable y despreciable la manera en que ha intervenido la señora Monasterio, sin condenar los ataques y amenazas hacia uno de los candidatos" y Edmundo Bal ha confesado que cuando ha tenido que hablar al final se le saltaban "las lágrimas".